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Meinrad Spenger, consejero delegado de MásMóvil, presentó al concurso con candidaturas en las 50 provincias.
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El concurso, que se adjudicará provincia a provincia a la oferta que ofrezca mejor cobertura y calidad, cerró su plazo de presentación de candidaturas
La 'teleco' puede arrebatar provincias a Telefónica en las zonas en las que confiaba ganar sin oposición por la renuncia de Vodafone y Orange al usar equipos de Huawei.
Sorpresa mayúscula en el concurso Unico Redes Activas, la licitación del Gobierno para repartir a los operadores 544 millones de euros en subvenciones para acelerar la llegada del 5G a las poblaciones de menos de 10.000 habitantes de la España vacía. El concurso, que se adjudicará provincia a provincia a la oferta que ofrezca mejor cobertura y calidad, cerró su plazo de presentación de candidaturas el pasado martes.
MásMóvil, el cuarto operador español de telecomunicaciones, se presentó al concurso con candidaturas en las 50 provincias, según ha podido saber Expansión de fuentes conocedoras del proceso. Esa propuesta ha representado, por tanto, mucho trabajo durante varios meses por parte de los equipos técnicos de MásMóvil.
La iniciativa del cuarto operador no era esperada por sus rivales por dos razones fundamentales. La primera es que MásMóvil no tiene frecuencias en la banda de 700 MHz, una de las del 5G y la que permite proporcionar mejor cobertura en zonas rurales puesto que es la que mejor se propaga. Sí tiene frecuencias, al igual que Movistar, Orange y Vodafone, en la banda de 3,5 GHz, que es la fundamental para ofrecer capacidad y velocidad en el 5G.
La segunda razón es que su red móvil es muy pequeña. Representa entre un tercio y una cuarta parte de las de sus rivales en número de emplazamientos: cuenta con unos 5.500 sitios de 4G frente a los 20.515 que tenía Telefónica a finales de 2022, por los 18.820 de Vodafone y los 17.371 de Orange en la misma fecha. Y además, está desplegada fundamentalmente en las grandes ciudades, para captar la mayor proporción de tráfico posible.
Eso significa que MásMóvil parte con desventajas a la hora de competir, puesto que en muchas zonas en las que sus rivales pueden reutilizar sus emplazamientos de 4G MásMóvil deberá crearlos desde cero, contratando las torres y el acceso de fibra a terceros proveedores. Y además, al no disponer de las frecuencias de 700 MHz, tendría que instalar un mayor número de emplazamientos para dar la misma cobertura, puesto que su solución técnica, en vez de usar la combinación de las frecuencias de 700 MHz y las de 3.500 MHz -el modelo que previsiblemente han presentado sus tres rivales- usará una combinación de la banda de 3.500 MHz con la de 1.800 MHz, que requiere del despliegue de un mayor número de sitios.
Lo inesperado del movimiento de MásMóvil ha irritado a Orange, según señalan fuentes conocedoras. Orange y MásMóvil mantienen un proyecto de fusión al 50% en España que, teóricamente, se encuentra en su fase final de aprobación, a falta sólo de pactar los remedies (los remedios o compensaciones que ambos deben ofrecer a una teleco tercera para restaurar los niveles de competencia previos a la fusión). Fuentes de Orange declinaron realizar comentarios.
La irrupción de MásMóvil en el concurso trastoca los planes de Orange. Como MásMóvil tendría que crear nuevos emplazamientos, podría arrebatar a Orange los subsidios en las zonas donde Orange sí tiene emplazamientos propios de 4G, que pensaba reconvertir al 5G gracias al concurso. Y aunque posteriormente se cierre la fusión, la integración de esas dos redes -la de Orange y la de MásMóvil- sería más compleja y más cara. Fuentes del sector señalan que el movimiento de MásMóvil en el concurso se podría interpretar como una falta de confianza en que finalmente se alcance la fusión o como un movimiento para mejorar la valoración de MásMóvil en la ecuación de canje de la fusión, aunque esos términos, teóricamente, ya estaban cerrados desde hace mucho.
Además, en el sector existe la duda de cómo afectaría esta iniciativa de MásMóvil al acuerdo que se estaba ultimando con Digi, y que se basa en ceder parte de las frecuencias de MásMóvil al grupo rumano. La empresa planea ceder a Digi 20 MHz en la banda de 3,5 GHz y otros 20 MHz en la de 1.800 MHz, pero son las dos bandas que MásMóvil se ha comprometido a usar para presentarse al concurso. Por tanto, no está claro qué pasaría si se adjudicase alguna provincia comprometiéndose a usar esas frecuencias y luego tuviera que cederlas a Digi.
Pero la irrupción de MásMóvil, con la que nadie contaba, tampoco ha sido bien recibida por los otros dos participantes, Movistar y Vodafone, ya que teóricamente, a pesar de sus desventajas competitivas, les podría arrebatar provincias. Hay que tener en cuenta que en el concurso el mérito se valorará por la cobertura y la calidad, no por el coste de la inversión. Por tanto, aunque las ofertas de MásMóvil tengan mayor coste que las que propongan sus rivales, si ofrece mayor cobertura -aunque sea a costa de tener que invertir en más emplazamientos nuevos-, puede imponerse.
La amenaza de MásMóvil es especialmente importante, también, para Telefónica. Como se ha vetado indirectamente al proveedor de redes chino Huawei -que es el primer proveedor de las redes de Vodafone y de Orange-, se ha dificultado en gran medida que Orange y Vodafone puedan presentar ofertas en muchas de las provincias en las que sus redes usan equipos chinos. Esa circunstancia ha hecho que Vodafone lleve el concurso a los tribunales mediante un Recurso Contencioso Administrativo. Y también podría haber llevado a Telefónica a pensar que en las treinta provincias en las que Orange y Vodafone tienen Huawei, no iba a encontrarse con competencia, puesto que no se iban a presentar, como parece que ha ocurrido. Ahora, Telefónica se va a encontrar a MásMóvil como competidor en toda esa treintena de provincias en las que aspiraba a ganar de calle.
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