María Corina Machado reapareció en Oslo luego de pasar meses en clandestinidad

La Nobel de Paz María Corina Machado reapareció tras varios meses en las clandestinidad, su salida en Noruega es uno de los acontecimientos más esperados por los venezolanos, quienes ven en ella a la líder que puede estimular el regreso de la democracia.

Por unos breves momentos, cuando se acercó al balcón, la muchedumbre ubicada frente al balcón de su hotel estalló en euforia y entonó el himno de Venezuela mientras ella presenciaba el acto de reconocimiento popular con un gesto de gratitud.

Siendo casi las 2:00 de la mañana en Noruega, Machado se acercó a los compatriotas que se congregaron en el lugar para entrar en contacto con ella. Los cubrimientos en tiempo real captaron abrazos y arengas entre la líder opositora al régimen de Nicolás Maduro y los venezolanos que pudieron tener un momento antes de que se retirara.

Fueron más de 20 minutos en los que la diáspora de venezolanos en Oslo la coreó y compartió uno de los momentos que más se repetirán en años posteriores a este acontecimiento.

Se espera una conferencia de prensa con Machado este jueves y se espera que le consulten cuáles son los pasos a seguir para presionar la salida de Nicolás Maduro y si piensa regresar a Venezuela.

Machado nació en Venezuela; estudió ingeniería y finanzas, y al inicio de su vida profesional tuvo una corta trayectoria en el mundo empresarial. Su primer gran compromiso público fue fundar, en 1992, la Fundación Atenea, una organización dedicada a ayudar a niños de la calle en Caracas.

Ya en los años 2000, cofundó Súmate; una organización cívica que promueve la vigilancia electoral, la participación ciudadana y la transparencia en los comicios venezolanos. Estas iniciativas le dieron una reputación pública como defensora de los derechos ciudadanos y de la democracia.

En 2010 fue elegida para la Asamblea Nacional de Venezuela con un número récord de votos, lo que la consolidó como una referente en la política nacional. Durante su periodo como parlamentaria, fue una crítica constante al gobierno, denunciando abusos institucionales, violaciones a derechos humanos, mala gestión económica y abusos de poder.

En 2014, tras pronunciarse en una sesión de la Organización de Estados Americanos, OEA, sobre la situación venezolana, fue expulsada de su cargo; un acto que muchos calificaron de motivado políticamente.

En 2023 anunció su candidatura para las elecciones presidenciales previstas en 2024, pero el régimen le impidió participar: fue inhabilitada por la Contraloría, acusada de irregularidades administrativas, y se le prohibió ejercer cargos públicos por 15 años.

Ante la imposibilidad de competir, Machado apoyó Edmundo González Urrutia como parte de una estrategia de protesta contra la manipulación electoral. La situación política se volvió aún más tensa: represión, denuncias de fraude, protestas populares y un recrudecimiento de la persecución contra líderes de la oposición.

Frente a tales amenazas, ella optó por mantenerse en la clandestinidad durante meses, aún así sin renunciar a su causa. Sus denuncias, su activismo, su liderazgo en la oposición la convirtieron en una figura central del movimiento democrático venezolano y en un símbolo internacional de resistencia pacífica contra el autoritarismo.

Esa visibilidad fue clave: el 10 de octubre de 2025, el Norwegian Nobel Committee anunció que le otorgaba el Nobel de la Paz 2025, reconociéndola por su “incansable trabajo por los derechos democráticos del pueblo venezolano y su lucha por una transición pacífica de la dictadura a la democracia”.