Las claves del gobierno de Israel para ir a la vanguardia de la vacunación mundial

El caso viene siendo observado por especialistas de todo el mundo, que buscan comprender la estrategia llevada adelante, y que tiene – de acuerdo con el embajador Yoed Magen– origen en haber aprendido a responder de forma “rápida y eficaz” a situaciones que lo ponen en “peligro”.

Israel detectó los primeros casos de coronavirus en febrero del año pasado, apenas un mes antes que Uruguay, e inmediatamente puso en marcha un plan para conseguir vacunas lo antes posible.

Actualmente tiene convenios firmados con Pfizer, Moderna y AstraZeneca, y si los tres laboratorios le suministran todas las dosis que compró, tendrá más que las que necesita, por lo que las autoridades comienzan a visualizar la posibilidad de venderlas a otros países. A su vez, el Instituto de Investigación Biológica está desarrollando su propia vacuna, la cual se encuentra en fase 1, realizando ensayos clínicos en humanos.

Consultado por El Observador, Magen dijo que el país tiene “mucha experiencia” en situaciones de emergencia debido al estado de amenaza en que se encuentra. “Al tener tantos desafíos, el Estado supo desarrollar instituciones que dan respuestas rápidas y eficientes a este tipo de emergencias”, valoró.

El embajador consideró que los sistemas de salud y militares también son “muy eficientes” y toda la población se encuentra inscripta en uno de los prestadores, lo que permite un contacto “ágil” con los ciudadanos.

Despliegue y velocidad

Unas horas antes de la entrevista con El Observador, Magen había recibido un correo electrónico de su prestador de salud para comenzar a coordinar la fecha en que recibiría la vacuna.

“Los prestadores tienen cientas de sucursales en todo el país. Hay ciudades donde hay más de diez de cada prestador. Uno no tiene que recorrer mucho para vacunarse, ellos llaman y los ciudadanos van a donde normalmente los atienden sobre temas de salud”, dijo.

Magen reveló que también abrieron centros de vacunación en formato auto-test en los que la población no tiene que ni siquiera bajarse para recibir las dosis.

El domingo 10 de enero, los mayores de 60 años –con el primer ministro Benjamín Netanyahu a la cabeza para “dar el ejemplo”– comenzaron a recibir la segunda dosis y se prevé que a la brevedad reciban su “pasaporte verde”, un carnet que certificará su inmunización, lo que les permitirá gozar de mayores libertades en la circulación.

Si bien será para uso interno, los países están comenzando a dialogar para avanzar en acuerdos y “respetar” ese pasaporte, dijo Magen. En la última conferencia de prensa que brindó, el presidente uruguayo Luis Lacalle Pou dijo que habrá “una especie de pasaporte internacional de personas vacunadas”. “No es inminente pero me imagino que en unos meses vamos a estar hablando de este tema”, agregó Lacalle.

Entre las personas que ya se vacunaron en Israel está una de las hijas de Magen, la cual tiene previsto viajar a Uruguay a principios de febrero, por lo que el embajador prevé que será una de las primeras personas inmunizadas en llegar al país.

Más allá de la logística y la velocidad de las autoridades para implementar la campaña de vacunación, el otro tema que llevo a que el país pudiera asegurarse de dosis suficientes es el estrecho vínculo entre los centros médicos israelíes y los grandes laboratorios mundiales.

“Las grandes compañías tienen acá centros de investigación y desarrollo. Pfizer, por ejemplo, está instalada y eso facilita contactos, acuerdos y el envío de las vacunas. Por eso somos uno de los primeros en satisfacer la cantidad para casi toda la población”, manifestó.

En la entrevista, Magen dijo que Israel estaba colaborando con la comunidad internacional, pero prefirió mantenerse en silencio ante la consulta de si estaba dialogando con Uruguay para suministrarle vacunas. “Como dijo de forma muy cierta el presidente Lacalle Pou, a veces si uno revela datos de una negociación, puede perjudicarla. No digo que haya negociación, pero este tema prefiero mantenerlo entre los dos gobiernos”, expresó.

Si bien el país encabeza el ránking de porcentaje de población vacunada, Israel no se ubica entre los primeros lugares en cuanto al combate general de la pandemia. Tiene más de 3.500 muertos y la cifra de contagiados supera las 500.000 personas.

De hecho, los ciudadanos atraviesan su tercer confinamiento obligatorio, una situación que provocó la “rebeldía” de la población de querer salir a vacunarse de forma masiva, en palabras del embajador Magen.

“Los israelíes perdieron su paciencia en los últimos meses, están pasando su tercera cuarentena general obligatoria, y tienen un carácter un poco rebelde, les cuesta quedarse en casa y quieren terminar y salir de la pandemia”, dijo.

Pero el horizonte parece cada vez más cerca. En las pascuas judías, una tradición es que se pregunte “qué tiene de diferente esta noche”.

Para este 27 de marzo la sorpresa la dio el primer ministro Netanyahu, quien días atrás anunció que para Pesaj las familias podrán estar reunidas junto a sus abuelos.

Lo que puede imitar Uruguay

El embajador de Israel en Uruguay, Yoed Magen, considera que ambos países son pequeños y tienen poca población, algo que les permite tomar decisiones de forma más rápida y tener mayor agilidad para implementarlas.

“Una lección importante que se puede aprender de Israel es que el día que el primer ministro decidió empezar a vacunar, la medida se empezó a implementar en pocos días, menos de una semana. Muchos aquí en Uruguay dicen que una de las fortalezas del país es que todos se conocen, y al ser así, es más fácil de convencer que se sumen a la campaña”, reflexionó.