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El presidente de la Reserva Federal reconoció el enfriamiento del mercado laboral y dijo que el equilibrio actual aumenta los riesgos a la baja para el empleo
El presidente de la FED de EE.UU., Jerome Powell, señaló que el banco central podría avanzar con un recorte de tasas en su próxima reunión de septiembre, en lo que sería el primer paso de flexibilización monetaria tras meses de mantener una postura restrictiva. Sus comentarios fueron interpretados por los mercados como una señal clara de alivio en las condiciones financieras y desencadenaron el mayor repunte de activos desde abril.
Los principales ETF que replican acciones, bonos del Tesoro, crédito corporativo e incluso criptomonedas registraron avances generalizados, con un aumento cerca a 1,3%. El S&P subió 1,6%, con el repunte de las empresas tecnológicas de gran capitalización. Los operadores aumentaron las apuestas sobre un recorte de la FED el próximo mes, estimando una probabilidad de 85%.

“La estabilidad de la tasa de desempleo y otros indicadores del mercado laboral nos permite proceder con cautela al considerar cambios en nuestra postura política”, declaró Powell. “Sin embargo, con la política monetaria en territorio restrictivo, la perspectiva base y el cambiante equilibrio de riesgos podrían justificar un ajuste en nuestra postura política”. Los comentarios de Powell ofrecieron la tranquilidad que los mercados estaban esperando.
Si bien el mercado laboral parece estar en equilibrio, se trata de un equilibrio curioso que resulta de una marcada desaceleración tanto de la oferta como de la demanda de trabajadores. Esta situación inusual sugiere que los riesgos a la baja para el empleo están aumentando. Y si esos riesgos se materializan, podrían hacerlo rápidamente -declaró Powell ante un público de economistas y responsables políticos internacionales en la conferencia anual de la FED en Jackson Hole, Wyoming-. Sin embargo, también es posible que la presión alcista sobre los precios derivada de los aranceles pueda impulsar una dinámica inflacionaria más duradera, y ese es un riesgo que debe evaluarse y gestionarse.
“La estabilidad de la tasa de desempleo y otros indicadores del mercado laboral nos permite proceder con cautela al considerar cambios en nuestra postura política. No obstante, con una política monetaria restrictiva, la perspectiva de referencia y el cambiante equilibrio de riesgos podrían justificar un ajuste de nuestra postura”, declaró Powell, señalando que, si bien se espera que los aranceles impulsen los precios al alza, el escenario de referencia es que ese impacto en la inflación se disipará.
Los comentarios de Powell abren la puerta a un recorte de tasas en la reunión de la FED del 16 y 17 de septiembre, pero también refuerzan los informes de empleo e inflación que se recibirán antes. El próximo informe mensual de empleo se publicará el 5 de septiembre, y los datos sobre precios al consumidor y al productor se publicarán la semana siguiente.
Las declaraciones de Powell ofrecieron poca orientación sobre la rapidez con la que las tasas podrían seguir bajando, lo que probablemente avivó la presión de Trump, quien sostiene que no hay riesgo de inflación y que la FED debería recortar las tasas de inmediato. Trump ha estado presionando a la FED con peticiones de renuncia de Powell, que se ampliaron esta semana a peticiones de que la gobernadora de la FED, Lisa Cook, también deje el cargo.
Powell recibió una ovación de pie, un broche de oro a ocho años que comenzaron y terminaron con duras críticas de Trump, quien lo ascendió a la presidencia en su primer mandato, pero rápidamente se desanimó por su renuencia a mantener una política monetaria tan laxa como Trump deseaba.
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