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La Unión Europea está estudiando la creación de un sistema de contratos que incentive a los Estados miembros a realizar las reformas estructurales necesarias para incrementar la competitividad de sus economías, según se desprende del borrador de conclusiones de la cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la UE que se celebrará los próximos 19 y 20 de diciembre en Bruselas. El documento invita al Consejo Europeo a explorar qué posibilidades existen a la hora de fijar estos incentivos y menciona explícitamente tres: préstamos, subvenciones y avales. El objetivo es llegar a un acuerdo en la primavera de 2014.
Los países de la Unión Europea consideran que "una mayor coordinación de las políticas económicas" es necesaria para alcanzar "niveles más altos de crecimiento sostenible", según el borrador al que ha tenido acceso el medio Expansión. Y para ello contemplan la creación de un sistema por el que los Estados miembros se comprometan por escrito con las autoridades europeas a realizar una serie de reformas estructurales en un plazo determinado y, a cambio, reciban apoyo financiero.
"Sobre los mecanismos de solidaridad asociados, el Consejo Europeo invita al presidente del Consejo Europeo, en cooperación con el presidente de la Comisión Europea, a explorar todas las opciones en relación con la naturaleza exacta (préstamos, ayudas directas, avales), forma institucional y volumen del apoyo", asegura el documento.
Sin embargo, fija una serie de condicionantes: "No debe suponer ningún esfuerzo financiero para los Estados miembros que no participen en el sistema de contratos y los mecanismos asociados de solidaridad", "no supongan una herramienta de nivelación de ingresos" y "no tengan impacto en el marco financiero plurianual" (es decir, que no salga del presupuesto comunitario).
Según el borrador, el objetivo es llegar a un acuerdo sobre este asunto en la primavera de 2014.
Los contratos
"Es crucial que se faciliten y apoyen reformas en áreas clave para crecimiento y empleo en los que es esencial el funcionamiento correcto de la Unión Económica y Monetaria en su conjunto. También es importante facilitar y apoyar políticas sólidas antes de que los países se enfrenten a dificultades económicas severas. Con este fin, se crea un sistema de acuerdos contractuales y mecanismos de solidaridad asociados", asegura el documento.
El punto de partida de estos contratos será el Plan Nacional de Reformas que los países envían cada año a la Comisión Europea y se tendrán en cuenta las recomendaciones específicas del Consejo Europeo a los Estados miembros.
Sin embargo, el documento establece que las políticas económicas y las reformas que incluyan serán diseñadas por los propios Estados. El objetivo es asegurar que esas reformas son consideradas como "propias" por los países y que no se vean como algo impuesto desde Bruselas.
En cualquier caso, esas reformas deberán ser debatidas por la Comisión, que deberá vigilar su cumplimiento, y aprobadas por el Consejo Europeo.
Los contratos servirán para apoyar las reformas en un amplio abanico de campos: "el comportamiento de los mercados laboral y de productos, la eficiencia del sector público, la innovación y el desarrollo, la formación académica y vocacional, el empleo y la inclusión social".
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