La salida de la gobernadora de la Fed aceleraría la elección de Trump del próximo presidente

El presidente Donald Trump de repente tiene la oportunidad de llenar una vacante en la Reserva Federal antes de lo esperado, después de que la gobernadora de la Fed, Adriana Kugler, anunciara su renuncia el viernes.

Esto también podría obligarle a elegir al próximo presidente de la Reserva Federal meses antes de lo que había previsto.

“La pelota está ahora en la cancha de Trump”, dijo Derek Tang, economista de LH Meyer/Monetary Policy Analytics, Inc. “Trump es quien ha estado presionando a la Reserva Federal para que haga esto y aquello, y dice que quiere contar con su propia gente. Así que ahora tiene la oportunidad”.

La salida de Kugler se produce en medio de una presión pública sin precedentes de la Casa Blanca sobre el banco central en relación con la política monetaria, con Trump lanzando regularmente insultos personales contra Jerome Powell, el actual presidente, en redes sociales. El jueves, calificó al jefe de la Fed de "demasiado enojado, demasiado estúpido y demasiado político" por negarse una vez más, junto con varios otros responsables de la política monetaria, a bajar las tasas de interés.

La renuncia de Kugler crea una oportunidad inmediata para que Trump instale en la Fed a un funcionario que pueda presionar para lograr tasas más bajas, en lugar de tener que esperar hasta enero, cuando su mandato debía expirar, para nombrar un reemplazo.

Sin embargo, un voto más a favor de Trump no garantiza ni de lejos una rebaja de tipos. Esta semana, el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), el panel que fija los tipos de interés y que está compuesto por siete gobernadores y cinco presidentes de los bancos regionales de la reserva, votó 9 a 2 a favor de mantener los tipos sin cambios. Los dos votos en contra (los primeros desde 1993) provinieron de dos funcionarios nombrados por Trump durante su primer mandato.

Sin embargo, posiblemente más importante que una votación solitaria es que el anuncio de Kugler puede afectar el cronograma de Trump para elegir al próximo presidente del banco central.

Esto se debe a que, si quiere elegir a un extraño para unirse a la junta —como el director del Consejo Económico Nacional, Kevin Hassett, o el ex gobernador de la Reserva Federal, Kevin Warsh—, es posible que no tenga otra oportunidad pronto.

El mandato de Powell como presidente finaliza en mayo, pero su puesto como gobernador se extiende hasta 2028. Si bien es habitual que los presidentes salientes también renuncien a la junta, Powell hasta el momento se ha negado a revelar sus planes. Si no renuncia definitivamente, Trump no conseguirá otra vacante en la junta antes de 2028.

En ese escenario, el presidente podría verse obligado a cubrir la vacante de Kugler con la persona que pretende ascender en mayo próximo. Si desea incorporar a un nuevo miembro leal a la junta directiva cuanto antes, tendrá que decidir pronto quién será ese presidente.

“La principal implicación es que esta es la única vacante con la que el presidente Trump tiene que lidiar”, declaró Tobin Marcus, director de política estadounidense en Wolfe Research. “Así que, si quiere que el próximo presidente provenga de fuera de la actual junta de gobernadores de la Reserva Federal, veremos quién es esa persona más pronto que tarde”.

Sin garantía
Para otros, la apertura no garantiza un movimiento rápido.

“Si Trump sabe a quién quiere nominar como presidente de la junta, no hay razón para no actuar ahora”, declaró Adam Posen, presidente del Instituto Peterson de Economía Internacional en Washington. “Pero no es un evento que obligue a actuar. La junta ha funcionado anteriormente con menos de siete miembros, y al gobierno no parece importarle la escasez de personal en puestos esenciales”.

No hay indicios de que Trump haya tomado una decisión definitiva sobre el cargo. Se dice que Hassett, Warsh, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, y el actual gobernador de la Reserva Federal, Christopher Waller, son candidatos.

Cada vez que tome una decisión, ese candidato también requerirá la confirmación del Senado, un proceso que puede llevar meses antes de que sea instalado en la junta.

“Incluso con este Senado republicano, lleva tiempo conseguir que alguien supere el proceso”, dijo David Wessel, director del Centro Hutchins de Política Fiscal y Monetaria de la Brookings Institution en Washington. “Así que podría prolongarse”.

Votación del FOMC
Incluso después de que Trump instale un nuevo presidente, un sucesor de Powell no garantizará ningún cambio inmediato en la política de la Reserva Federal. Las tasas solo pueden ajustarse mediante el voto mayoritario del FOMC.

Tradicionalmente, los miembros del FOMC brindan una deferencia sustancial a los presidentes en sus pedidos de consenso cuando las opiniones en el comité están divididas, pero ese consenso será difícil de lograr si el nuevo presidente no puede reunir un argumento económico convincente para recortar las tasas.

Al salir de la Casa Blanca el viernes por la tarde, Trump dijo estar "muy contento" de tener una vacante en el banco central. También declaró a la prensa que Kugler renunciaba porque "no estaba de acuerdo con 'Too Late' sobre la tasa de interés", utilizando su apodo despectivo para Powell.

Esta afirmación no concuerda con las opiniones políticas públicas de Kugler. En su discurso más reciente, el 17 de julio, Kugler afirmó que, con el aumento de la inflación de los bienes y la estabilidad del mercado laboral, la Fed debería mantener estables los tipos de interés "durante algún tiempo".