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La decisión sobre los tipos fue una sorpresa para la gran mayoría de los economistas que habían previsto una subida de 20% o más.
El Banco Central de Turquía subió los tipos de interés mucho menos de lo previsto, en un momento en que los responsables políticos se embarcan en una transición gradual de la era del dinero ultrabarato.
La lira turca se desplomó hasta un 5,2% tras la primera reunión de fijación de tipos desde que el Gobernador Hafize Gaye Erkan asumió el cargo este mes. El Comité de Política Monetaria aumentó el tipo de interés de las operaciones dobles a una semana de 8,5% a 15%.
La lira cotizaba un 4,5% a la baja, a 24,6506 por dólar, a las 20.00 horas en Estambul, ya que las entidades crediticias estatales suspendieron sus intervenciones en apoyo de la moneda. Los bonos turcos en dólares perdieron terreno y cotizaron a la baja, y el coste de asegurar la deuda turca contra el impago mediante swaps de incumplimiento crediticio subió 36 puntos básicos, hasta 529 puntos.
El índice bursátil de referencia Borsa Istanbul 100 subió hasta un 3,7%, impulsado por los exportadores que se benefician de una moneda más débil.
La decisión sobre los tipos fue una sorpresa para la gran mayoría de los economistas encuestados por Bloomberg, que habían previsto una subida de 20% o más. Goldman Sachs Group Inc. preveía un aumento de 40%.
Aunque la subida de tipos fue considerable, los inversores esperaban aún más del banco central turco, de ahí la caída de los activos turcos.
Según Simon Quijano-Evans, economista jefe de Gemcorp Capital Management en Londres, el planteamiento "gradualista" del banco dará lugar probablemente a "un proceso de aprendizaje entre los mercados y los responsables políticos en los próximos meses".
Aun así, "es una señal positiva y un paso en la dirección correcta, pero hay que hacer más". Es probable que el mercado se sienta decepcionado por el hecho de que la primera medida política del nuevo equipo económico no haya sido más contundente y vigorosa", afirmó Todd Schubert, jefe de análisis de renta fija del Banco de Singapur, con sede en Dubai.
El banco central se comprometió a seguir endureciendo la política monetaria, pero advirtió de que las medidas futuras serían graduales, en línea con las orientaciones del Ministro de Hacienda y Finanzas, Mehmet Simsek.
"El endurecimiento monetario se reforzará tanto como sea necesario de forma oportuna y gradual hasta que se logre una mejora significativa de las perspectivas de inflación", declaró el Comité de Política Monetaria. "El Comité simplificará y mejorará el marco microprudencial y macroprudencial existente", dijo, señalando una relajación de las regulaciones dirigidas a los bancos de la nación.
La primera subida de tipos en más de dos años es un punto de inflexión en el alejamiento de Turquía de las políticas no convencionales, a las que se acusa de provocar la huida de los inversores extranjeros y el descontrol de los precios.
Pero también da la razón a quienes se preguntaban si el Presidente Recep Tayyip Erdogan -un autodenominado "enemigo" de los tipos de interés altos que lleva años defendiendo las ventajas de una política monetaria flexible- daría rienda suelta a Erkan.
Marek Drimal, estratega jefe de Societe Generale en Londres, que pronosticó acertadamente la subida de tipos a 15%, consideró la decisión "positiva".
"El banco central ha señalado correctamente el problema de la fuerte demanda y la elevada inflación subyacente, y se ha comprometido a endurecer aún más la política monetaria", afirmó. "Esperamos subidas de tipos de 500 puntos básicos en cada una de las reuniones de julio y agosto, situando el tipo de interés oficial en 25%".
La inflación se ha ralentizado desde el año pasado, pero sigue siendo de 40%. Esto ha presionado a la lira, que ha perdido más de 60% de su valor en los dos últimos años, a pesar de la intervención estatal para apuntalarla.
"Esperamos que éste sea el primer paso de una serie de cambios políticos que refuercen la credibilidad. Basándonos en nuestra opinión de siempre, pensamos que el próximo movimiento del banco central incluirá un desmantelamiento de su complejo conjunto de normas y reglamentos junto con un ciclo de endurecimiento gradual, dando prioridad a los que inhiben el mecanismo de transmisión."
- Selva Bahar Baziki, economista.
Erdogan puso en marcha los engranajes hacia un reinicio de la política poco después de salir victorioso de las elecciones presidenciales del mes pasado.
En la revisión de su equipo económico, Erdogan reincorporó al ex estratega de Merrill Lynch Simsek como ministro de Finanzas y colocó a Erkan al frente del Banco Central.
La primera mujer gobernadora del banco central de Turquía trabajó durante casi una década en Goldman Sachs, antes de pasar casi ocho años en el First Republic Bank, un banco regional estadounidense en quiebra.
Aunque la última medida sorprendió a gran parte del mercado, las autoridades trataron de gestionar las expectativas antes de la reunión.
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