La inequidad marca a los países más felices

Específicamente para el caso de los tres del podio, la calificación de 1 a 100 que otorga el índice del Planeta Feliz (en donde 1 es completa infelicidad y 100 es felicidad total) fue de 44,7; 40,7 y 40,7; respectivamente, muy por encima del promedio mundial que fue de 26,4.

Por el contrario, según cifras del Banco Mundial, estas tres naciones se ubican en los puestos 6, 8 y 3, en ese orden, de los países más inequitativos, teniendo en cuenta el índice Gini (que mide la repartición de las riquezas en un país calificando con 1 la completa equidad y 100 la inequidad total) con calificaciones de 48,6 para Costa Rica, 48,1 para México y 53,3 para Colombia.

Aunque para el consultor en temas urbanos Paul Bromberg puede no haber una relación evidente entre estos dos temas, lo cierto es que de los 10 países más felices, cinco están dentro de los 10 más inequitativos también (añadiendo a Panamá en el 5 y a Ecuador en el 10), dos se encuentran en los primeros 25 (Tailandia en el 22 y Vietnam en el 23) y tres restantes (Vanuatu, Nicaragua y Bangladesh) no aportan datos para esta medición.

Esto, le afirmó Bromberg a LR, se debe principalmente al sistema cultural que caracteriza a las siete naciones latinoamericanas que aparecen en el top 10, en donde el desarrollo puede verse más lento debido a la “falta de seriedad”.

“Es un común denominador en Colombia que no somos tan serios y eso nos causa daños colaterales, porque solemos hacer las cosas solo un poco bien, las elites más o menos cumplen las leyes. Los estadounidenses, por ejemplo, son muy desarrollados pero no tan felices. Nosotros somos pobres, pero nos divertimos”, dijo el analista.

En el mismo sentido, el docente de economía del Politécnico Grancolombiano, Carlos Fernando Martínez, le atribuyó la situación a los bajos índices de escolaridad en la región, que contrastan con los de países como Luxemburgo, con altos índices académicos y con el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita más alto de los 140 países del listado, pero que, sin embargo, quedó en el lugar 139 del ranking, siendo el segundo más infeliz.

“Cuando encontramos personas muy preparadas vemos que hay poca intención sobre promulgar la felicidad y también una mayor conciencia sobre el contexto económico que los rodea. Entonces, podemos decir que, en cierta forma, la ignorancia podría traernos a la felicidad”, opinó Martínez.

No obstante, aunque  lo anterior es evidente en el entorno global, al interior del país la relación suele ser inversa pues, según el primer diagnóstico de felicidad para Colombia del Departamento Nacional de Planeación, los niveles de felicidad son más altos en personas que accedieron a la educación superior, en donde alcanzan 8,4 puntos de 10, que en las que no tuvieron esa oportunidad, en donde la calificación es de 8,1.

Aún así, Bromberg  no recomienda calificar esto como bueno o malo, pues “somos estables porque somos felices, aunque esto sea un milagro porque no hemos superado la pobreza”.

Idea de bienestar, mayor en la región

Según el más reciente informe sobre el índice del Planeta Feliz del Foro Económico Mundial (WEF), la sensación de bienestar promedio en los países de América Latina fue de 6,2 sobre 10; 0,8 puntos mayor a la media del mundo que resultó ser de 5,4 en 2016. Esto, según el profesor de economía del Politécnico Grancolombiano, Carlos Fernando Martínez, puede deberse, en gran medida, al agitado ritmo de los países con economías muy fuertes que no da espacio para percibir esa idea de bienestar.

Las opiniones

Carlos Fernando Martínez
Docente del Politécnico Grancolombiano
“En Latinoamérica la riqueza está en unos pocos, pero con ese poco tenemos una sensación de felicidad“.

Paul Bromberg
Consultor en temas de Urbanos
“Estamos entre los países más felices, pero hay un umbral muy bajo de satisfacción con la vida. Es una dualidad”.