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El Fondo Monetario Internacional (FMI) y Alemania tuvieron un nuevo choque por su diferencia en opiniones sobre cómo resolver la crisis de Europa. Para el organismo multilateral, los recortes que están haciendo los países van a perjudicar mucho su crecimiento, mientras que para el gobierno de Angela Merkel, la disciplina fiscal es la única forma de recuperar la confianza.
El FMI se mostró a favor de ofrecer a Grecia y a España, las economías con más problemas de deuda y crecimiento en la zona euro, más tiempo para reducir sus déficit presupuestarios. Para el Fondo, implementar más recortes profundos y demasiado rápido podría generar más perjuicios que beneficios en cuanto al desempeño general de la economía.
“Es mejor en ocasiones disponer de más tiempo, teniendo en cuenta las circunstancias y el hecho de que muchos países utilizan la misma política al mismo tiempo para reducir su deuda”, expresó la directora del FMI, Christine Lagarde, en una rueda de prensa en Tokio.
Pero Alemania, defensora por excelencia de la austeridad en las finanzas públicas, reaccionó de inmediato y dijo que una postergación de las metas de reducción del déficit sólo afectaría la confianza.
“El FMI ha dicho en repetidas ocasiones que la alta deuda pública representa un problema”, dijo a periodistas el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble.
“De modo que si existe cierta meta a mediano plazo, no ayuda a la confianza cuando uno empieza a ir en otra dirección”, agregó el ministro.
La disputa tiene peso porque el FMI tiene entre sus responsabilidades garantizar un respaldo a las economías en problemas y Alemania es el país que suministra la mayor cantidad de fondos en Europa a esa entidad.
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