Fitch ratificó la calificación de Brasil y espera un ajuste firme tras las elecciones

La agencia Fitch ratificó la calificación de deuda de Brasil en “BBB” con un panorama estable, pero dijo que el próximo Gobierno, que asumirá después de las elecciones de octubre, debería ajustar sus políticas con más decisión para dar un impulso a una economía de bajo crecimiento y alta inflación.

La presidenta Dilma Rousseff recuperó terreno entre los votantes de cara a los comicios en los que buscará la reelección, pero muchos inversionistas dudan de su compromiso para aplicar políticas más ortodoxas que reavivarían la confianza económica.

“Fitch espera algún endurecimiento de las políticas el próximo año, pero el ritmo y la magnitud del ajuste y la decisión de las reformas dependerían al final del ganador (de las elecciones de octubre) y del tamaño de la coalición gobernante”, agregó en un comunicado.

La agencia reconoció algunas iniciativas que aplicaron las autoridades brasileñas en el último año, como una serie de alzas de las tasas de interés, una mayor flexibilidad cambiaria y medidas para promover la inversión privada en el sector de infraestructura.

“Aún así, la confianza sigue apagada, sugiriendo la necesidad de más ajustes”, dijo Fitch. “Podrían tener que abordarse (...) la menor credibilidad fiscal y la falta de una agenda amplia de reformas para mejorar la confianza”, dijo la agencia.

“Si bien el ciclo electoral probablemente aplace esos ajustes, Fitch cree que es probable que haya algún progreso después de las elecciones”, agregó.

La calificadora dijo que prevé que el ritmo de expansión de la economía brasileña continuará en torno a 2% entre 2014 y 2016.

Fitch señaló que “las cuentas fiscales de Brasil se han deteriorado, como lo reflejan unos superávit primarios más bajos (...) esto subraya la necesidad de que el Gobierno controle el gasto”.