Fiscales acusan a Joseph Safra de sobornar al Gobierno

Los fiscales acusaron a Safra de corrupción por un supuesto plan de pago de US$4,2 millones en sobornos a funcionarios del área impositiva de Brasil en 2014, a partir de conversaciones telefónicas grabadas entre un ejecutivo cercano a Safra llamado João Inácio Puga y varios miembros del Gobierno.

Safra, principal propietario del Banco Safra de Brasil, no participó directamente en las negociaciones del plan de pago de coimas, dijeron los fiscales.

Sin embargo, las conversaciones telefónicas muestran que Puga reportaba a Safra las negociaciones con los trabajadores fiscales para reducir su deuda impositiva de US$500 millones, agregaron.

“Él (Puga) negociaba, interactuando con otras personas bajo investigación”, dijeron los fiscales sobre el supuesto esquema fraudulento. “Pero las decisiones eran tomadas por (lo que Puga llamaba) el ‘staff’, es decir, el principal accionista y presidente del Grupo Safra, Joseph Safra. Por lo tanto, Puga era agente de Safra”, añadieron.

En un mensaje enviado por correo electrónico, un portavoz de Safra dijo que la subsidiaria mencionada por los fiscales, JS Administradora, no ofreció beneficios a ningún funcionario del Gobierno y que la empresa no recibió ningún beneficio de la agencia tributaria.

Los cargos presentados son consecuencia de una pesquisa policial más amplia, conocida como “Operación Fanáticos”, sobre pago de sobornos por parte de empresas a través de lobistas. 

Decenas de firmas brasileñas, incluida la siderúrgica Gerdau, son investigadas en ese marco.

Joseph Safra y su familia controla el banco con sede en Sao Paulo como parte de un vasto conglomerado financiero que opera en 19 países. La revista Forbes catalogó a Joseph Safra como el banquero más rico del mundo, con una fortuna de alrededor de US$18.000 millones.

Además de la “Operación Fanáticos”, Brasil se ha visto afectada en los últimos años por otro escándalo de corrupción que involucra a la gigante estatal Petrobras y a importantes grupos de ingeniería, lo que ha puesto en jaque al Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff.

Esta investigación llegó al país luego de que Altamir Lopes, director del Banco Central de Brasil, anunciara que espera una caída significativa en la inflación como resultado de alzas previas en las tasas de interés.

Lopes, director de política económica y uno de los ocho miembros votantes del directorio, señaló que las autoridades deberían insistir en ajustar la política monetaria. En su reporte trimestral de inflación publicado ayer, el banco central elevó sus pronósticos de inflación para 2016 y 2017.