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El Gobierno británico ha generado una fuerte controversia hoy en Londres al anunciar el establecimiento de un gravamen sobre las supuestas ganancias que las empresas tecnológicas y de otros sectores logran en Reino Unido pero declaran en otros países con una menor tasa fiscal.
La patronal británica CBI criticó al Tesoro por establecer este nuevo impuesto, conocido como Tasa Google, sin haber alcanzado antes un consenso internacional. Por otro lado, expertos fiscales consideran muy difícil calcular los beneficios que supuestamente son sacados del país por las empresas, aunque el Gobierno británico confía en recaudar US$2.099 millones en cinco años con la tasa a partir de abril de 2015.
Andrea Leadsom, secretaria de Economía del Tesoro británico, ha replicado a ambas cuestiones en un encuentro con periodistas celebrado en Londres. Según Leadsom, "Reino Unido está liderando el mundo en los esfuerzos por eliminar los agujeros legales que permiten determinadas estrategias fiscales de las multinacionales". Según esta parlamentaria del Partido Conservador, organizaciones internacionales como el G8 y la Ocde trabajan en la misma línea, con el impulso del Gobierno británico. "Estamos convencidos de que otros países seguirán con el ejemplo y crearán esta tasa", anticipó Leadsom.
Ante la dificultad de medir la base sobre la que aplicar el impuesto (muchas multinacionales mueven sus ingresos y gastos entre diferentes filiales europeas y puede ser complicado determinar el beneficio que corresponde a Reino Unido), Leadsom admitió aún queda trabajo por hacer. "Hay que trabajar en los detalles de la legislación, pero los técnicos de Hacienda están confiados en que es posible calcular los beneficios que las multinacionales deben tributar en el país".
Algunos analistas opinan que, en realidad, lo que busca el Gobierno británico es forzar a que las multinacionales declaren voluntariamente más beneficios en Reino Unido, que serían gravados con la tasa del impuesto de Sociedades, que el próximo abril bajará al 21%. Si se resisten a ello, Londres lo tendrá difícil para recaudar el punitivo 25% sobre unos beneficios etéreos. Además de Google, otras empresas que podrían verse afectadas por el nuevo impuesto son Facebook, HP, Dell, Amazon, Apple y Starbucks.
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