El presidente Trump le pide a la Corte Suprema que mantenga los aranceles globales

El presidente Donald Trump pidió a la Corte Suprema de Estados Unidos que respalde sus aranceles globales, solicitando la revisión de un caso que podría afectar a billones de dólares en comercio y darle un nuevo margen de maniobra sobre la economía mundial.

La apelación pide que el caso se tramite con carácter urgente y que las alegaciones se presenten a principios de noviembre, según documentos revisados por Bloomberg. Esto se produce tras una decisión de un tribunal federal de apelaciones que dictaminó que Trump no puede imponer impuestos a las importaciones a gran escala invocando una ley de 1977 diseñada para hacer frente a emergencias nacionales.

Intereses financieros
Los intereses financieros por sí solos convierten este caso en uno de los más importantes que jamás haya llegado a la Corte Suprema. Una derrota de Trump reduciría al menos a la mitad la tasa arancelaria efectiva media actual de Estados Unidos, que es de 16,3%, y podría obligar al país a reembolsar decenas de miles de millones de dólares, según el analista de Bloomberg Economics Chris Kennedy. También podría trastocar los acuerdos comerciales preliminares que Trump ha alcanzado con algunos países.

Los gravámenes siguen en vigor porque el tribunal de apelación suspendió su fallo para dar tiempo a Trump a solicitar la revisión de la Corte Suprema.

No obstante, la decisión “ha puesto en peligro las negociaciones exteriores en curso y amenaza los acuerdos marco”, declaró ante el tribunal el fiscal general adjunto de Estados Unidos, D. John Sauer. “Si no se modifica, la decisión dictada, en opinión del presidente, desarmaría unilateralmente a Estados Unidos y permitiría a otras naciones tomar como rehén la economía estadounidense con sus políticas comerciales de represalia”.

El Departamento de Justicia comunicó a los magistrados que los opositores a los aranceles habían acordado que la Corte debía examinar el caso por la vía rápida. Neal Katyal, el abogado principal de los demandantes, no respondió inmediatamente a un correo electrónico en el que se le pedía su opinión. La Casa Blanca tampoco respondió de inmediato a un mensaje en el que se le pedía comentarios.

Principios de noviembre
Una argumentación a principios de noviembre permitiría a la Corte dictar sentencia antes de que finalice el año, aunque el período de sesiones se extiende hasta mediados del próximo año. Es muy probable que la Corte Suprema acepte el caso, pero los jueces aún deben ponerse de acuerdo para hacerlo. La administración solicitó al tribunal que diera ese paso antes del 10 de septiembre.

Cnbc informó anteriormente que el gobierno había solicitado la intervención de la Corte Suprema.

Los impuestos impugnados incluyen los aranceles del “Día de la Liberación” del 2 de abril de Trump, que imponen gravámenes de entre 10% y 50% a la mayoría de las importaciones estadounidenses, dependiendo del país de procedencia. Esos aranceles representaron el mayor aumento de impuestos a las importaciones desde los gravámenes Smoot-Hawley de 1930, con la tasa arancelaria promedio aplicada por el país en su nivel más alto en más de un siglo.

Trump ha presentado los aranceles como fundamentales para igualar las condiciones de las empresas y los trabajadores estadounidenses en medio de déficits comerciales crónicos. Sin embargo, los funcionarios de la administración han minimizado públicamente el impacto del litigio afirmando que la mayoría de sus aranceles pueden imponerse por otros medios. Los aranceles de Trump sobre el acero, el aluminio y los automóviles se impusieron en virtud de otra ley, por lo que no se ven directamente afectados por la apelación.

Canadá, México
La apelación también abarca los aranceles que Trump impuso a Canadá, México y China con el pretexto de combatir el tráfico de fentanilo. El caso se deriva de demandas separadas presentadas por estados liderados por demócratas y un grupo de pequeñas empresas.

La apelación pondrá a prueba a una Corte de mayoría conservadora que, hasta ahora, ha complacido en gran medida a Trump al afirmar poderes que nunca reclamaron sus predecesores. Suponiendo que acepten el caso, los jueces se enfrentarán a una ley que otorga al presidente una panoplia de herramientas para abordar la seguridad nacional, la política exterior y las emergencias económicas, pero que no menciona explícitamente los aranceles como uno de esos poderes.

El fallo de 7-4 del Tribunal de Apelaciones del Circuito Federal del viernes confirmó una decisión del Tribunal de Comercio Internacional de Estados Unidos. Ambos tribunales afirmaron que la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional de 1977 no autoriza impuestos tan amplios a las importaciones a través de una disposición que dice que el presidente puede “regular” la “importación” de bienes para hacer frente a una emergencia.

“La ley otorga al presidente una autoridad significativa para emprender una serie de acciones en respuesta a una emergencia nacional declarada, pero ninguna de estas acciones incluye explícitamente la facultad de imponer aranceles, derechos o similares, ni la facultad de gravar”, afirmó el tribunal de apelación.