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Tras la salida de EE.UU. del acuerdo de París y las políticas de Donald Trump, el presidente llega a la cumbre de las 20 economías más grandes del mundo aislado de los otros miembros.
La cumbre de los 20 países con las economías más grandes del mundo inicia hoy en Hamburgo, Alemania. Allí los líderes de estas naciones se reúnen para discutir varios temas, entre ellos la política económica, la salud y la implementación de la agenda del 2030 para el desarrollo sostenible de las Naciones Unidas. Sin embargo, aunque esta reunión es un evento que busca unificar a las potencias, el presidente Trump llega aislado por sus programas sobre el comercio y el cambio climático.
“Con el objetivo de cumplir mi solemne obligación de proteger a Estados Unidos y sus ciudadanos, Estados Unidos se retirará del acuerdo climático de París”, aseguró el mandatario norteamericano durante una ceremonia celebrada en la Casa Blanca en junio. Ante esta decisión la anfitriona de la cumbre del G-20, Angela Merkel, señaló el mes pasado que está “más decidida que nunca” a hacer que el acuerdo sea un éxito pese a la decisión de Trump. A lo anterior, se suma que la Canciller está empecinada en que los 20 miembros de este grupo se comprometan nuevamente con la reducción de la huella de carbono.
El profesor de Economía de la Esap, Luis Nelson Beltrán, expresó que uno de los retos de la cumbre es “cómo seguir generando crecimiento sostenible en la medida en que las economías del G-20 están comprometidas con el medioambiente” y cómo mantenerse en esa línea cuando hay quienes tratan “de desconocer los compromisos medioambientales”.
Por el lado de la línea económica, el presidente Trump ha demostrado que cumplirá con sus propuestas de campaña. El mandatario señaló en enero que tendrá acuerdos comerciales “justos pero de mano dura” y enfatizó que la administración “usaría todas las herramientas a disposición del gobierno federal” para reprimir las violaciones de los acuerdos existentes.
Un ejemplo de esto es la intención de renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan) al que calificó como “el peor acuerdo comercial” que ha firmado Estados Unidos. El déficit de su país en el comercio de mercancías con Canadá y México motivó a que el presidente buscara la renegociación del acuerdo.
Pese al temor que inculca el proteccionismo que instaurará Trump en Estados Unidos, Merkel anunció que buscará un sistema de comercio internacional abierto. “Estamos unidos en nuestra voluntad de fortalecer las relaciones multilaterales en la cumbre del G-20 (...) necesitamos una sociedad abierta, especialmente flujos comerciales abiertos”, declaró la Canciller en Berlín.
La cumbre también estará marcada por las reuniones que tendrá Trump con Merkel; el presidente ruso Vladimir Putin (bajo la sombra de la supuesta intervención en las elecciones norteamericanas y luego de confirmar que sospecha que efectivamente sí se dio) y con el presidente mexicano Enrique Peña Nieto (previo a las negociaciones del Tlcan).
A pesar de esta situación, otros planes comerciales y de crecimiento económico también están en la agenda puesto que de los países que se reunirán tan solo tres (China, India y Turquía) han tenido un porcentaje de variación en el PIB por encima de 40% si se compara con 2010. Asimismo, según el Consejo de Relaciones Exteriores desde la crisis de 2008 no se han tomado otras medidas económicas de gran alcance. “La naturaleza de las economías hace que los efectos en cada parte sean diferentes. Entonces, no siempre se encuentra que todos estén dispuestos a tomar medidas similares”, señaló el director del Centro de Pensamiento Estratégico de la Universidad Eafit, Juan David Escobar.
Aún cuando se hagan compromisos frente al cambio climático o el desarrollo sostenible, entre otros temas, “si no se logra en el G7, en el G-20 es mucho más difícil”, concluyó Escobar.
La agenda de la cumbre está encabezada por la regulación financiera, en particular lo que Alemania llama “competencia fiscal perjudicial” entre países debido a que hay lugares con impuestos bajos que se convierten en refugios fiscales, como ocurrió con los Panama Papers. Asimismo, el G-20 está llevando a cabo políticas para combatir la corrupción y el lavado de dinero a partir del intercambio de información entre naciones.
Por otra parte, entre otros temas, se tratará la lucha por la salud dada la importancia que adquirió a raíz de la crisis del ébola que llevó al G-20 a tomar medidas más duras para combatir patógenos peligrosos.
"El G-20 realmente es una ampliación poco artificial del G7 que son los que realmente toman decisiones, incluso unos dicen que el G-20 es un grupo de terapia ampliado”.
"El G-20 tiene que revisar el cumplimiento de las políticas que se trazaron en 2008. Lo más importante que verán es cómo se han comprometido los presupuestos públicos”.
FMI, OMC y BM piden a líderes apertura comercial
Los jefes de la Organización Mundial del Comercio (OMC), el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional hicieron un llamado conjunto ayer a los líderes del G-20 para que tomen acciones para fomentar el comercio y que respalden a los trabajadores. “El bienestar económico de miles de millones de personas depende del comercio. Una mayor integración comercial, junto con políticas económicas que apoyen la actividad local, pueden ayudar a elevar los ingresos y acelerar el crecimiento global. Esto requiere acciones decisivas de los líderes mundiales reunidos en la cumbre del G-20”, expresaron en un comunicado.
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