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Mario Draghi lo tiene claro. Si el Banco Central Europeo (BCE) llega a la conclusión de que las medidas tomadas hasta ahora no son suficientes para hacer la inflación, se pondrá manos a la obra con todos los instrumentos de los que dispone porque su mandato es la estabilidad de los precios. Así lo ha comentado esta mañana el responsable del banco central durante su intervención en un congreso bancario en Fráncfort.
Draghi ha insistido en que el programa de compra de deuda es un óptimo instrumento, especialmente por su flexibilidad, ya que se puede modular en tamaño y plazo en función de los resultados y las necesidades. En su opinión, es importante también el hecho de que el BCE esté cobrando a los bancos para custodiar sus depósitos, porque este instrumento "fortalece la transmisión del programa de compra de activos".
El presidente también ha lanzado un mensaje a los bancos: aunque los tipos de interés bajos presionen los márgenes de las entidades financieras, también tienen un efecto opuesto sobre los mismos, debido a que favorecen que aumente el volumen de la actividad.
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