Ejército maliense lanza ofensiva contra una región afectada por el bloqueo yihadista

Mali llevó a cabo ataques militares en el suroeste del país, donde grupos vinculados a Al Qaeda han impuesto un embargo de combustible que amenaza con reducir los suministros en la capital e interrumpir el comercio con los países vecinos.

La "ofensiva a gran escala" del 6 de septiembre tuvo como blanco las zonas de Diema y Nioro du Sahel, en la región de Kayes, según informó el ejército maliense en un comunicado. Militantes islamistas han bloqueado rutas clave en la zona, incluida una autopista que une la capital, Bamako, con Dakar, en la vecina Senegal.

El bloqueo en el suroeste de Mali pone de relieve la creciente fuerza de Jama'at Nusrat Al-Islam wal-Muslimin en Mali, donde ha perpetrado un número creciente de atentados, así como la incapacidad de la junta militar para poner fin a la insurgencia. Mali ha estado bajo régimen militar desde 2021, cuando Assimi Goïta derrocó al presidente electo de la nación de África Occidental, alegando la incapacidad del régimen anterior para repeler a los militantes.

Hace dos meses, Jnim llevó a cabo ataques coordinados contra infraestructuras de seguridad en la región de Kayes, mientras que uno de sus afiliados atacó instalaciones industriales y mineras de la zona. Estas incursiones demostraron la "capacidad de coordinación cada vez más sofisticada" del grupo, según declaró el Centro Soufan , un grupo de investigación con sede en Nueva York, en un informe del 15 de julio.

El ministro de Transporte de Mali ha pedido al ejército que proporcione escoltas armadas a los conductores de camiones en la región, y se están organizando convoyes a lo largo de las rutas amenazadas, dijo su portavoz por teléfono el lunes.

La creciente presencia del Jnim en el sur de Mali puede causar más perturbaciones y potencialmente extenderse a Senegal, donde la porosidad de las fronteras y la falta de seguridad podrían ser explotadas, dijo Remadji Hoinathy, investigador principal del Instituto de Estudios de Seguridad con sede en Dakar.

Los militantes “controlarán la zona hasta que Mali no los desalojo”, afirmó. El bloqueo está provocando escasez de combustible y aumentos repentinos de precios a lo largo de la frontera entre Mali y Senegal, según comerciantes y transportistas.

"Nadie está dispuesto a arriesgarse a que sus camiones sean detenidos o quemados", dijo Bemba Sissoko, transportista de combustible con base en Kayes, cuya flota ha estado detenida desde la semana pasada.

Los camiones permanecieron detenidos en la autopista Bamako-Kayes el lunes por la noche, dijo Sissoko, mientras los ataques contra camiones senegaleses y autobuses malienses continúan en toda la región. Malí se encuentra entre los principales socios comerciales regionales de Senegal. Representó US$1.200 millones, o 24% de las exportaciones senegalesas en 2023, según el sitio web Trading Economics.