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Por la parte del partido rojo, el magnate inmobiliario Donald Trump dio un nuevo salto al ganar las elecciones de Michigan, el estado más importante que celebró comicios esta semana.
Este estado del medio oeste repartió 59 delegados para los republicanos y 147 para los demócratas. El empresario reconvertido en político triunfó también en Idaho y Hawai. De esta manera, cuenta ya con 458 delegados, de 1.237 necesarios para ganar la candidatura, es decir, 37% del total.
Ted Cruz mantiene, pese a todo, la esperanza de poder frenar a Trump, especialmente cuando las encuestas le dan como vencedor en grandes estados que celebran primarias el próximo 15 de marzo, entre ellos, Florida y Ohio. El senador por Texas acumula 359 delegados.
A partir de ahora, la competencia se intensifica, ya que los delegados dejan de repartirse de manera proporcional y el candidato que gane en votos se los lleva todos.
Mientras, Marco Rubio podría verse obligado a tirar la toalla en los próximos días. El político tiene apenas 151 delegados y se la juega en Florida, estado por el que es senador.
En el lado demócrata, también hay incertidumbre. Hillary Clinton, clara favorita en las encuestas en las primarias de Michigan, quedó finalmente en segundo lugar tras Bernie Sanders. La brecha entre ambos sigue siendo amplia, con 1.221 delegados de Clinton (51% de los necesarios) por 571 de Sanders.
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