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El gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, decidió separar la fecha de las elecciones provinciales bonaerenses de los comicios nacionales
La expresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner culpó a uno de sus discípulos, el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, por la dura derrota frente a Javier Milei en las elecciones legislativas del domingo pasado, en la señal más clara de que el movimiento peronista vuelve a estar dividido por disputas internas.
Kicillof, posible candidato presidencial y exministro de Economía durante el gobierno de Fernández de Kirchner, decidió separar la fecha de las elecciones provinciales bonaerenses de los comicios nacionales. En septiembre, llevó al peronismo a la victoria al vencer a Milei por 14 puntos porcentuales, lo que provocó una venta masiva en los mercados y derivó en el salvataje financiero de la administración de Donald Trump a Milei.
Pero en una carta publicada el viernes en X, Fernández de Kirchner señaló que el triunfo peronista en los comicios locales permitió a Milei y al presidente Trump reconfigurar el panorama, sembrar el miedo y convencer a los argentinos de que ocurriría un colapso inminente si el libertario perdía las legislativas. El partido de Milei logró una remontada significativa y ganó la provincia de Buenos Aires, además de imponerse en la mayoría de las otras jurisdicciones.
Bajo arresto domiciliario desde junio por cargos de corrupción, Fernández de Kirchner subrayó que algunos gobernadores peronistas sí triunfaron en las elecciones legislativas del domingo. “La excepción de lo ocurrido en la Provincia de Buenos Aires obedece a un error político al equivocar la estrategia electoral, decidiendo el desdoblamiento” de los comicios, escribió, al tiempo que calificó su condena de seis años como “injusta”.
No es la primera vez que la exmandataria, quien gobernó entre 2007 y 2015, deja que las tensiones internas se hagan públicas. Como vicepresidenta en el último gobierno, tuvo enfrentamientos constantes con el entonces presidente Alberto Fernández y lo culpó públicamente por la derrota en las legislativas de 2021. También ha tenido dificultades para cooperar con Kicillof, quien intenta desprenderse de su sombra política en el camino hacia una eventual candidatura presidencial.
En la carta, Fernández de Kirchner recordó que en abril se había opuesto a separar las elecciones “para no dividir los esfuerzos en dos elecciones separadas por apenas 49 días”.
El cómic provincial del 7 de septiembre “operó como una Paso o balotaje que permitió reagrupar el voto antiperonista en la elección del pasado 26 de octubre”, escribió. Trump y Milei “lograron una sobreestimulación emocional en una parte del electorado con la amenaza de que todo iba a explotar”.
Fernández de Kirchner también apeló a sus propias tácticas de advertencia en la carta, alertando que “se viene una fuerte ofensiva para tratar de romper el peronismo”. Aun así, pese a criticar a Kicillof, llamó a la unidad del movimiento.
La exmandataria aprovechó la misiva para recordar que ganar unas legislativas no garantiza un segundo mandato presidencial para Milei. Citó el ejemplo del expresidente Mauricio Macri, cuyo partido ganó las elecciones de medio término de 2017 pero perdió por amplio margen dos años después.
En cuanto a Trump, Fernández de Kirchner destacó cómo los argentinos seguían dolarizándose mientras su administración realizaba la inusual operación de comprar pesos, con la que obtenía ganancias.
“Los argentinos compran dólares y los yankis compran pesos”, dijo Kirchner. “¿Qué puede salir mal?”
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