Con reservas y crudo, occidente le impone un cerco económico a Nicolás Maduro

El cerco económico que le impuso el bloque occidental al régimen de Nicolás Maduro amenaza la continuidad de su gobierno y lo deja sin combustible para pagar sus bonos soberanos. Hace tres días, el Banco Central de Inglaterra le negó a Simón Zerpa, ministro del poder popular para economía y finanzas, la repatriación de US$1.200 millones en oro a sus arcas.

“El Banco Central de Inglaterra tiene una cantidad significativa de oro de Venezuela. Esta es una decisión del banco, no del gobierno. Ellos deben tomar una decisión al respecto”, dijo Alan Duncan, funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores del Reino Unido.

La noticia se da una semana después de que las reservas de oro del país petrolero en el Reino Unido se duplicaran al pagar un canje al banco de inversión alemán Deutsche Bank y recuperara varios lingotes que estaban en garantía, con los que completó 31 toneladas en los depósitos ingleses. La transacción fue vista como una maniobra del Gobierno en la que daría prioridad a la recuperación de una parte de su oro monetario para responder a las deudas que tiene en el extranjero y evitar declararse en default por segundo año consecutivo.

“La suma de los títulos de deuda del Estado y de Pdvsa estaría en torno a los US$125.000 millones, una cifra casi imposible de pagar con la disminuida producción petrolera del país”, dijo Luis Vicente León, economista y director de la firma Datanálisis a los medios de comunicación.

Los expertos aseguran que el país deberá pagar US$9.336 millones a los tenedores de su deuda externa. Una cifra preocupante, si se tiene en cuenta que supera en casi US$1.000 millones el monto de sus reservas internacionales, que se estiman en US$8.845 millones. En total, la deuda externa se tasa en US$125.000 millones.

“En caso de que el país no cumpla con sus responsabilidades, China y Rusia serán los mayores afectados, pues tienen el mayor porcentaje de la deuda venezolana. Ambos países podrían ejecutar un embargo de los activos, especialmente los petroleros, sin embargo, llegarían a malos términos con el gobierno entrante”, dijo César Ferrari, profesor de economía en la Universidad Javeriana.

Las autoridades monetarias del Reino Unido ya habían sido reacias a las peticiones de repatriar el oro en Venezuela gracias a la presión que ejerció el gobierno estadounidense, que reconoció a Juan Guaidó como el presidente legítimo.

“El país utilizará todas sus herramientas económicas y diplomáticas para asegurar que las transacciones comerciales del Gobierno venezolano, incluidas operaciones con reservas de empresas estatales e internacionales, sean coherentes con el reconocimiento de Guaidó como presidente interino”, indicó el Departamento del Tesoro de Estados Unidos en un comunicado.

La negativa del Banco Central de Inglaterra no significa que Juan Guaidó pueda hacer uso de los recursos, a diferencia de las políticas que adoptó el gobierno Trump para transferirle el dinero de las cuentas bloqueadas al nuevo presidente. Si bien la presión de los mandatarios del mundo es importante, la única institución que tiene el poder de retirar los fondos es el Banco Central de Venezuela.

“Las autoridades inglesas solo pueden reconocer las peticiones del gobierno venezolano en tanto cuente con un banco independiente del gobierno, Por lo que esos fondos podrían estar congelados hasta que haya una transición de poder y se reactiven las instituciones democráticas”, agregó Ferrari.

El Fondo Monetario Internacional estima que las reservas en oro de los venezolanos rondan en 161 toneladas, con un valor estimado de US$6.492 millones, una cifra pequeña teniendo en cuenta las 330 reportadas en el primer trimestre de 2015.

“Ante la disminución drástica en la producción de combustibles, el régimen de Maduro ha tenido que valerse de sus reservas internacionales y el déficit se nota ahora, aún con el secretismo que ha mantenido el gobierno respecto a sus cuentas y sus compromisos”, indicó Martha Márquez, directora del Instituto Pensar.

La última vez que se tuvo un registro exacto de las provisiones venezolanas fue en 2011, año en que Hugo Chávez decidió transportarlas desde Europa y Estados Unidos a otros depósitos alternos como India, Rusia, China y Brasil con la excusa de que el dólar estadounidense atravesaba tiempos de crisis.

Desde entonces, no se conoce con exactitud el valor de los activos del gobierno ni el lugar en que permanecen.