Biden y McCarthy hablan del acuerdo límite de deuda y aún se mantienen diferencias

El presidente Joe Biden y el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, hablaron por teléfono el sábado por la noche mientras sus negociadores en límite de deuda se apresuran a finalizar un acuerdo para evitar un incumplimiento catastrófico, dijeron dos personas familiarizadas con el asunto.

Los negociadores seleccionados por los dos líderes han estado trabajando las 24 horas para resolver la amenaza de incumplimiento que, según la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, podría ocurrir el 5 de junio.

El republicano Patrick McHenry, uno de los principales negociadores de McCarthy, dijo que la mayoría de los asuntos restantes, que describió como “desacuerdos importantes”, deben ser resueltos directamente por los dos líderes.

La llamada comenzó alrededor de las 6 p.m. en Washington.

“Son horas o estaremos aquí por más días”, dijo McHenry antes de la llamada.

Los dos líderes se reunieron por última vez en persona el lunes. No está claro si han hablado por teléfono desde entonces.

Biden ha hablado con el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, y el líder demócrata de la Cámara, Hakeem Jeffries, sobre el acuerdo emergente, dijo una de las personas.

Si ocurriera un incumplimiento, los economistas proyectan que podría enviar a EE.UU. a una recesión, con pérdidas generalizadas de empleos y mayores costos de endeudamiento de los consumidores que se extenderán hasta el próximo año electoral.

“El enfrentamiento actual sobre el techo de la deuda de EE. UU. tiene el potencial de causar más estragos en la economía que cualquier intento anterior”, escribió la economista jefe de Bloomberg Economics para EE. UU., Anna Wong.

Mientras los negociadores continúan regateando, el saldo de caja del Tesoro se está reduciendo rápidamente. Cayó a $ 38.8 mil millones a partir del jueves, el más bajo desde 2017, según datos publicados el viernes.

McCarthy se comprometió a acatar la regla de las 72 horas para permitir que los legisladores revisen el texto antes de la votación. McHenry dijo que los republicanos no ceden en eso.

Esa regla, combinada con obstáculos de procedimiento en el Senado, corre el riesgo de empujar al Congreso hasta la fecha límite del 5 de junio.

Los requisitos de trabajo para los programas contra la pobreza como Medicaid, impulsados por los republicanos y con la oposición de los demócratas, continuaron siendo un problema sin resolver el sábado por la noche, dijo McHenry. También lo es el lenguaje para facilitar los permisos para proyectos de energía.

“Esas cosas son grandes problemas, no hay forma de pasar por alto eso”, dijo McHenry. “Entonces, hay problemas grandes y espinosos que tenemos que reconciliar”.

Cualquier acuerdo, dijo McHenry el sábado, debe mostrar una tendencia de menor gasto federal durante varios años.