Aumentan las alertas de una fuerte caída en la Bolsa de Nueva York la próxima semana

Históricamente septiembre se ha caracterizado como un mes negativo para el S&P 500, y precisamente esa incertidumbre llevó a que en Wall Street haya crecido el pánico por un aumento en la volatilidad de las dos semanas siguientes.

De acuerdo con la consultora Stock Trader’s Almanac, septiembre ha sido el peor mes del año para el S&P 500, con un registro negativo del 0,4%, en promedio. Desde 1950 este periodo también ocupa el último lugar para el Dow Jones y para el Nasdaq en comparación con los otros meses del año.

La consultora agrega que la debilidad del indicador generalmente se da después de la mitad del mes, de acuerdo con un patrón estacional. Durante los últimos 21 años, septiembre ha iniciado generalmente con pocos cambios con un rendimiento mixto para Wall Street.

Sin embargo, después de mediados de mes, las ganancias tendieron a desvanecerse rápidamente hasta terminar con pérdidas.

Este mismo comportamiento también lo ha visto la firma Bespoke Investment Group, que concluyó en un reciente informe que, desde 1983, el S&P 500 suele ser plano durante el primer tercio de septiembre, aunque ha tenido un sesgo más negativo en los últimos 10 años.

Durante el segundo tercio del mes adquiere un tono más positivo, para alcanzar un punto máximo hacia la mitad, antes de liquidarse nuevamente en los último 10 días.

Bespoke también alertó sobre el giro a la baja de la encuesta de opinión de la Asociación Estadounidense de Inversores Individuales (Aaii, por sus siglas en inglés), que bajó desde su máximo de 43,4% hace dos semanas a 22,4%.

Este es el nivel más bajo del sentimiento alcista de los inversores de Estados Unidos desde la última semana de julio de 2020.

A esto se le agrega que el viernes se dio el tercer vencimiento trimestral de futuros y opciones sobre índices y acciones individuales del año, que se conoce como la “triple expiración”, o “triple witching”, y que suele producir movimientos muy volátiles en los mercados, ya que los inversores deciden si dejan expirar esos contratos de derivados o si se renuevan hasta el próximo vencimiento.

Los inversionistas se han fijado más este año en los eventos de expiración, ya que el índice S&P 500 ha tendido a caer en el período previo al evento, que se produce cuatro veces en el año, el tercer viernes de marzo, junio, septiembre y diciembre.

Y para completar la tormenta perfecta, desde hace tiempo existe la intriga de cuándo será el punto máximo del S&P 500 en un rally sostenido que viene teniendo desde marzo del 2020, justo cuando se atravesaba el peor momento de la pandemia, y del que se duda cuándo llegue el fin de ese repunte histórico.

“Los inversionistas han estado esperando ansiosamente un retroceso significativo durante más de 200 días hábiles y eso finalmente puede haber llegado en este momento, que la economía está experimentando un estímulo monetario y fiscal muy alto”, aseguró Edward Moya, analista senior de mercados en Oanda.

Moya también explicó las consecuencias de un Wall Street abrupto para el mercado colombiano: “Si allí identifican que la aversión al riesgo sigue siendo el tema dominante, arrastrando a la baja los precios de las materias primas, el Colcap de Colombia tendrá serias dificultades en los próximos días”.

Agregó que América Latina tendrá dentro de su foco central la reunión de la Reserva Federal de la próxima semana, que podría mantener a las monedas de los Andes vulnerables a una mayor debilidad.