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La presión sobre la divisa fue predominantemente interna, con la reforma tributaria en el centro del debate, ya que genera dudas sobre su impacto en el consumo y en el costo de vida
El mercado de las monedas emergentes completa cuatro días de volatilidad luego de que algunas perdieran el impulso generado por un descenso del dólar tras su fuerte alza de la víspera, mientras los inversionistas analizan datos económicos de Estados Unidos y buscan pistas sobre la senda de las tasas de interés de la Reserva Federal.
El peso colombiano borró su carry de cinco sesiones al alza, abriendo la sesión del jueves perdiendo 0,06% frente a sus pares emergentes, siendo la octava más devaluada de la canasta. En la bolsa, el índice accionario Msci Colcap también revirtió avances de más temprano y cedió 0,06% a 1.828,13 puntos.
"El peso colombiano enfrenta un panorama estructural desafiante en el que, pese a su alto carry, la volatilidad, el deterioro fiscal y la lenta convergencia de la inflación limitan su atractivo", indicó una nota de la correduría Acciones y Valores, en Bogotá.
"Aunque el Banco de la República ha sostenido una postura restrictiva y el petróleo actúa como amortiguador parcial, la correlación con el crudo se ha debilitado y el peso sigue vulnerable a episodios de aversión global, tensiones comerciales de Estados Unidos y la volatilidad política de cara a 2026", agregó.
El peso colombiano cerró la jornada de ayer sobre 4.005 por dólar, con una depreciación leve de 0,11%, tras abrir en $3.990, marcar mínimos de $3.984 y máximos de $4.011, en un contexto donde el dólar global terminó al alza.
La presión sobre la divisa fue predominantemente interna, con la reforma tributaria en el centro del debate, ya que genera dudas sobre su impacto en el consumo y en el costo de vida. Las recientes declaraciones del presidente Petro, señalando que “los pobres casi no usan gasolina” para justificar nuevos impuestos a los combustibles, desataron fuertes críticas de transportadores y del sector productivo, alimentando la percepción de que la reforma podría incrementar costos y desincentivar la actividad económica.
A la par, el frente político añade más ruido con la elección del nuevo magistrado de la Corte Constitucional que enfrenta a gobierno y oposición, un pulso importante para la correlación de fuerzas institucionales de cara a las elecciones de 2026.
"Esta puja aumenta la incertidumbre sobre la gobernabilidad y la estabilidad jurídica, factores que los inversionistas siguen de cerca. En el plano externo, las exportaciones de julio volvieron a caer arrastradas por menores ventas de carbón y petróleo, lo que refleja la vulnerabilidad de la balanza comercial y limita la entrada de divisas al país. Esta tendencia reduce el soporte estructural para el peso y agrava la dependencia de flujos de capital especulativos", explica Felipe Mendoza, analista de mercados financieros Atfx Latam.
El peso colombiano se debilitó en la jornada no por factores externos, sino por un cúmulo de presiones internas como el avance de la reforma tributaria, la caída de exportaciones energéticas, el ruido político en torno a la Corte y las tensiones por el salario mínimo.
Aunque la depreciación fue leve, el peso sigue bajo presión estructural, y su estabilidad dependerá tanto de la capacidad del gobierno para reducir la incertidumbre fiscal como de la evolución de los precios internacionales del carbón y el petróleo, principales generadores de divisas para el país.
El crudo Brent bajó 0,1%, a US$63,18 por barril, mientas que el West Texas Intermediate estadounidense bajó 0,2%, a US$59,53 por barril
Adicionalmente las operaciones de transferencia temporal de valores sobre la especie CNEC, dichas operaciones permanecerán suspendidas de manera indefinida