"Los más vulnerables serán los que más sufran los efectos del cambio climático"

Durante el panel ‘Equidad e inclusión: justicia climática y transición justa’, la directora ejecutiva regional para América Latina de la organización ‘The Nature Conservancy’, Paula Caballero, indicó que cerca de 37% del territorio nacional podría enfrentar riesgos de desabastecimiento de agua en los próximos años, así como que se perderán $3,8 billones al año para el año 2100, lo que equivale a 0,6% del PIB anual.

“Hay quienes tienes mayor responsabilidad frente al cambio climático, pero muchas veces son los más vulnerables los que más sufren”, indicó Caballero, quien recalcó que es clave reconocer que el cambio climático puede tener diferentes impactos sociales, económicos y otros efectos adversos en este tipo de poblaciones.

La experta señaló que Colombia está entre los 84 países más vulnerables al cambio climático, siendo el número 16 en América Latina. El sector agrícola es el más afectado, denunció Caballero, quien indicó que 44,6% de la población rural vive actualmente en pobreza alimentaria.

“Este llamado a la acción se está llevando a cabo ya desde la vía jurídica”, agregó Caballero, quien contó que procesos como la transición justa “buscan distribuir equitativamente los costos y beneficios”.

Por su parte, la vicepresidenta de Relaciones Institucionales y Sostenibilidad de grupo ISA, Juliana Suso, aseguró que haber alcanzado la carbono-neutralidad es una meta “que los tiene muy contentos” e indicó que la justicia climática debe tener un nivel compromiso superior a lo “que hay que hacer”.

La coordinadora residente de las Naciones Unidas en Colombia, Mireia Villar Forner, dijo también que todos tienen que aportar, pero de forma distinta. “Hay una situación de inequidad en todos los países. Del total de las emisiones, cerca de 90% de los más pobres no son quienes generan más emisiones de carbono”.

Clemente del Valle. director del Centro regional de finanzas sostenibles de la Universidad de los Andes, aseguró que “hay mucha desinformación” frente a la transición energética y el cambio climático y recalcó que este debe ser un debate ilustrado, y no desde puntos de vista espirituales o filosóficos.

“El sistema financiero puede ayudar a esta transición. Algunos bancos ya tienen créditos vinculados a sostenibilidad. Si no empezamos a mirar el impacto a futuro y no nos preparamos no vamos a tener una transición justa. La academia debe ser neutra y sentar a los sectores públicos y privados y armar una agenda conjunta”, dijo.

A su turno, Francisco Lozano. presidente Financiera de Desarrollo Nacional (FDN), resaltó la inclusión de las comunidades, pues son estas las que conocen “muy bien sus problemas y pueden aportar a las soluciones”.

“La academia también puede ayudar a hilar las discusiones del futuro y a dar luces sobre lo que es realmente relevante y también entender las soluciones para problemas que de momento son desconocidos”, manifestó.