Infraestructura y deuda fiscal son los retos para mejorar la nota crediticia

De acuerdo con Erich Arispe, director de Soberanos para América Latina de Fitch Ratings, son varios los factores y objetivos que debe cumplir y plantearse Colombia para mejorar su calificación de país.

Según el experto, la economía colombiana cuenta con varias fortalezas, pero a la vez tiene ciertos desafíos que le permitirán en un tiempo no mayor a dos años subir la calificación de riesgo crediticio .

Entre las fortalezas que tiene el país, Arispe destaca la estabilidad macroeconómica y la perspectiva de crecimiento con la que se cuenta actualmente, así como la dinámica de deuda positiva.

Por otro lado, los desafíos son continuar mejorando en los indicadores fiscales, así como la base de ingresos pues la que tiene se considera como pequeña, seguir con una trayectoria de deuda descendiente y finalmente continuar fortaleciendo las cuentas externas, lo que significaría una reducción en la vulnerabilidad del sector.

“Se debe tener presente que específicamente Colombia puede avanzar más en su trayectoria de crecimiento”, agregó Arispe. ¿Pero cuál es la tarea pendiente para Colombia? El paso a seguir para el país es avanzar en infraestructura, pues las mejoras que se han hecho no han sido rápidas. Esto finalmente permite atraer más inversionistas y hacer que la economía crezca a un ritmo mayor.

Otro de los aspectos que evalúa es el mercado de capitales, en este caso el Mercado Integrado Latinoamericano, Mila, hace esfuerzos para seguir avanzando y dejar atrás la mala racha que ha tenido por la situación global actual. Colombia, Perú y Chile tiene ahora varias objetivos para fortalecer, desarrollar e intensificar el trabajo de integración que han venido realizando.

Un tema que se debe tener en cuenta para fortalecer el Mila es ofrecer diversificación en el portafolio a los inversionistas, sobre todo considerando la composición de cada bolsa. Hay que entender que cada plaza bursátil tiene un énfasis, por ejemplo, la peruana es muy minera, la chilena está orientada al comercio, mientras que la colombiana se enfoca al sector energético.

Por último, Arispe ratificó que hay que tener presente que luego de que el mercado desarrollado se mejore los emergentes deben estar más alertas. “Un cambio de nota podría darse en un año o 18 meses si se sigue por este camino”, concluyo el experto.