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El déficit de cuenta corriente y la desaceleración global podrían afectar el sistema financiero local según el Banco de la República
El Banco de la República lanzó su reporte de estabilidad financiera para el primer semestre de 2019, en el que resalta que el sistema financiero colombiano es resistente y sólido ante los choques externos que lo impactan, como lo aseguró su gerente Juan José Echavarría.
En voz del director de estabilidad financiera, Daniel Osorio, el banco explicó que "los establecimientos de crédito tienen niveles de liquidez y solvencia en el periodo revisado", comentando que el crecimiento real de la cartera se ha desacelerado desde 2014 y se mantiene en términos bajos con un crecimiento de 3% a marzo de 2019, indicios que muestran una recuperación leve.
Según el informe, el indicador de rentabilidad del activo de los establecimientos de crédito está en 1,9%, superando el promedio de 1,8% para los últimos cinco años por primera vez, lo que el Emisor calificó como positivo.
Ahora, Osorio explicó que hay dos potenciales vulnerabilidades: la ampliación esperada de la cuenta de déficit corriente y un menor crecimiento económico al esperado de los socios comerciales en Colombia. Esto podría afectar la estabilidad financiera a través del deterioro de la calidad de cartera.
"En nuestro anterior informe nos preocupaba la cartera de vivienda afectando su cartera vencida, pero ahora revisamos que ha comenzado a caer mostrando una mejoría en la calidad de cartera", resaltó Osorio al revisar que uno de los riesgos de finales de 2018 se está superando.
El indicador de carga financiera, que permite revisar qué tan endeudados están los colombianos en relación con sus ingresos, muestra que $15,4 de cada $100 que reciben los hogares colombianos se destinan para pago de deudas ante establecimientos de crédito. El año pasado este factor representaba $17,4 de cada $100.
"Este indicador ha ido disminuyendo. El Fondo Monetario Internacional muestra que este indicador es riesgoso cuando llega a 30% de los $100, así que Colombia está muy lejos de estar en un nivel de riesgo para el apalancamiento de los hogares".
El indicador de carga financiera corresponde a la razón entre pago de cuotas de los hogares e ingresos mensuales, esto comprende todas las fuentes de endeudamiento de los hogares tanto en cartera de vivienda como consumo.
"En diciembre de 2017 este había alcanzado un pico local por encima de 17%, ahora a 15,4% se puede descomponer en que $13,4 son de deuda de consumo y $2 de deuda de vivienda", comentó Osorio, quien añadió que hay una combinación de factores: el primero es que los hogares han reportado un incremento de su ingreso de la mano del crecimiento de la economía, mientras que el pago de cuotas "si bien ha crecido ha sido a un ritmo menor, mientras las tasas de interés han venido bajando y los plazos de los créditos han venido aumentando".
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