Conozca cómo puede ahorrar 10% en el pago del impuesto de su vehículo en Bogotá

Mientras miles de ciudadanos avanzan en sus obligaciones tributarias, una fecha clave se acerca en el calendario fiscal del Distrito: el próximo 16 de mayo de 2025 vence el plazo para pagar el impuesto de vehículos en Bogotá con 10% de descuento por pronto pago.

Después de ese día, la tarifa será plena, sin beneficios, hasta el 25 de julio. Pero ¿cómo aprovechar esta oportunidad sin perderse entre trámites y plataformas?

Más allá de una simple fecha límite, este descuento representa un respiro económico para los propietarios de vehículos en la capital, donde el parque automotor sigue en constante crecimiento. El descuento de 10% por pronto pago no es automático. Para obtenerlo, los propietarios deben gestionar su factura y realizar el pago a más tardar el viernes 16 de mayo de 2025.

Para un vehículo con avalúo de $80 millones, por ejemplo, el impuesto podría superar $2 millones, dependiendo de la tarifa aplicable. Ese 10% equivale a más de $200.000 en ahorro, que bien podrían utilizarse en mantenimiento, combustible o incluso un seguro.

¿Cómo se calcula lo que debe pagar?

Las tarifas del impuesto vehicular varían según el tipo y el avalúo del vehículo. En 2025, conforme al Decreto 1493 del 13 de diciembre de 2024, los rangos para automóviles particulares oscilan entre 1,7% y 3,7% del valor comercial, establecido por el Ministerio de Transporte.

Así, un carro con avalúo inferior a $55,6 millones pagará 1,7%, mientras que aquellos cuyo valor supera $125 millones deberán tributar 3,7%.

Los vehículos eléctricos cuentan con una tarifa preferencial de 1,2%, mientras que los de servicio público pagan apenas 0,7%.

Para el caso de vehículos nuevos, el cálculo del impuesto se hace sobre el valor de la factura de compra sin incluir el IVA, y se liquida proporcionalmente al número de meses del año en curso. Además, existen incentivos para fomentar la movilidad sostenible.

En virtud del Acuerdo 780 de 2020, los vehículos eléctricos nuevos matriculados en Bogotá reciben un descuento de 60% en el impuesto durante cinco años. En el caso de los taxis eléctricos, este beneficio se eleva a 70%.

También hay alivios para los híbridos eléctricos, que reciben 40% de descuento, aunque esta medida no aplica a híbridos que operan con gas.

¿Dónde y cómo pagar?

Para quienes deseen aprovechar este alivio, la ciudad ofrece herramientas tecnológicas que facilitan el proceso. La primera opción es acceder al botón de Descarga dispuesto por la Secretaría Distrital de Hacienda, donde se puede generar la factura del impuesto de manera inmediata.

Solo se necesita seleccionar el tipo de impuesto (“Vehicular”), ingresar el tipo y número de documento del propietario, digitar la placa del vehículo, validar el captcha y aceptar la política de tratamiento de datos.

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Una vez obtenida la factura, el pago puede realizarse por múltiples canales, siendo el más recomendado el portal Pagos Bogotá (haciendabogota.gov.co), una plataforma unificada que centraliza las obligaciones tributarias del Distrito. En ella se pueden pagar impuestos de vehículos, predial, ICA, multas de tránsito y otros 6.000 trámites distritales.

Además, esta herramienta ofrece seguridad garantizada y evita el uso de sitios fraudulentos o de terceros que pueden comprometer la información del usuario.

El proceso de pago es flexible. Se puede realizar mediante el sistema PSE, con tarjetas de crédito de entidades autorizadas como Bancolombia, Davivienda y Bbva, o en portales bancarios. Otra opción es el pago presencial en sucursales de bancos autorizados, donde se debe presentar la factura impresa en láser para que sea leída correctamente. Los bancos habilitados incluyen Bancolombia, Bbva, Banco de Bogotá, entre otros. Estos pagos presenciales se reflejan en el sistema hasta dos días hábiles después.

¿Qué pasa si no paga a tiempo?

Si no paga antes del 16 de mayo, pierde el descuento. pero si además deja pasar el 25 de julio, el panorama se complica: ya que desde el día siguiente, el 26 de julio, comienzan a correr sanciones e intereses moratorios, que pueden aumentar la deuda.