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Durante el Congreso Nacional Agropecuario, el Futuro del Agro 2026-2031, representantes del sector público y privado dialogaron sobre los retos y desafíos que enfrenta el sector agropecuario en el país
Aspirantes a la presidencia de Colombia expusieron sus propuestas para el campo ante un sector que exige seguridad, vías, estabilidad jurídica y competitividad real
El Congreso Nacional Agropecuario abrió un espacio urgente para conocer qué proponen los precandidatos presidenciales frente al futuro del campo colombiano. Con las elecciones a la vista en 2026, el sector necesitaba escuchar posiciones claras sobre temas que se repiten en todas las regiones: seguridad, vías terciarias, crédito accesible, asistencia técnica, estabilidad jurídica, conectividad, institucionalidad que funcione y reglas que promuevan la productividad agroindustrial. Durante la jornada, los precandidatos coincidieron en que el campo vive un momento decisivo y que sin una estrategia integral será imposible cerrar brechas y garantizar oportunidades reales para productores, empresarios y familias rurales.
A continuación, las frases más relevantes que cada precandidato dejó durante el encuentro.
Seguridad y vías
Claudia López insistió en que el país necesita una política pública coherente que se tome el campo en serio. Dijo: “Hay que hacer un desarrollo regional sin corrupción. Trabajemos coordinadamente con las subregiones, concentremos la inversión local, de regalías y nacional en actualizar el catastro, en mejorar las vías rurales, en dar seguridad jurídica”.
Juan Carlos Pinzón centró su intervención en la lucha contra el crimen y la restitución de la autoridad. Aseguró: “El problema que hoy tiene el campo es seguridad, cuenten con que aquí hay acción. Voy a hacer aspersión con glifosato a través de drones vía aérea, protegiendo a la población”.
Juan Manuel Galán propuso que las vías terciarias se financien con obras por impuestos que permita fortalecer el trabajo de los batallones de ingenieros militares y acercar a la población a la fuerza pública. Sobre los bloqueos aseguró: “No pueden afectar derechos fundamentales como el de la nutrición, que tienen los colombianos, hay que judicializar a quienes bloqueen las vías”.
Aníbal Gaviria habló desde su experiencia personal y defendió una visión integral del desarrollo rural. Afirmó: “La seguridad es la primera inversión social: sin seguridad los demás derechos y oportunidades desaparecen... A pesar de las dificultades, este es el momento del campo de Colombia y del mundo”.
Roy Barreras planteó una estrategia de productividad alineada con todo el Estado. Dijo: “alrededor de 22 millones de hectáreas son productivas y solo 5 millones se están sembrando. ¿Cómo sería el país si pudiera aprovechar las otras 15 o 18 millones de hectáreas? Para eso se requieren decisiones estratégicas, como crear zonas económicas especiales y un trabajo conjunto entre el sector privado y el Estado”.
Institucionalidad, tierra y transformación económica
Mauricio Cárdenas se enfocó en seguridad territorial y modernización institucional. Señaló: “Primero, seguridad física. Es claro que hoy el agro colombiano está sitiado por grupos armados organizados. El mensaje es que el 7 de agosto de 2026 se acaban las negociaciones de paz”.
María Fernanda Cabal habló de reducir el tamaño del Estado y liberar la economía rural. Aseguró: “Todo este gasto público ineficaz tiene que ir con un solo sentido: el impulso a la generación de riqueza (…) Colombia debería ser hoy una potencia agroexportadora. Llegaremos con los decretos listos para liberar la economía, tumbando todo decreto que atente contra la propiedad privada”.
David Luna recalcó la importancia de la tecnología, la seguridad y reglas claras. Expresó: “La infraestructura es fundamental, este siguiente debe ser el gobierno de las vías terciarias y de la ciencia y la tecnología: no solo es una oportunidad es una necesidad. (…) Necesitamos crear un fondo nacional de productividad rural”.
Héctor Olimpo Espinosa insistió en que el país necesita un nuevo modelo de Estado. Dijo: “En Colombia hay un problema de modelo, somos la tercera nación más desigual del mundo, porque los del centro tienen indicadores parecidos a China, pero la periferia se parece a Haití. Para mejorar el campo hay que descentralizar las decisiones”.
Paloma Valencia subrayó que el país debe recuperar la legalidad y fortalecer el crédito. Afirmó: “La asociatividad es clave para poderle llevar crédito a ese pequeño mundo empresarial del país. Tenemos que pensar en nuestros campesinos hoy tan olvidados, para eso, utilizaremos los recursos de las regalías”.
Juan Daniel Oviedo propuso ver el campo como motor económico. Sostuvo: “El campo no es la carga, es el motor de empleo, la energía y la innovación (…) Tenemos que pensar en el desarrollo agropecuario como una vocación exportadora, el sector agropecuario es clave para el desarrollo de Colombia en los propios 25 años”.
Paola Holguín habló de modernizar el Estado, recuperar la confianza y prestarles atención a las vías. Señaló: “No hemos tenido una política de Estado que logre aprovechar toda la competitividad que tiene este sector…El campo tiene que ser un gran motor de desarrollo económico para Colombia”.
Rubén Darío Lizarralde defendió despolitizar la tierra y garantizar seguridad. Dijo: “Colombia tiene 25 millones de hectáreas disponibles para ser trabajadas… Si no hay colegios quién quiere ir al campo, pero si se le muestra al campesino que sí es posible tener propiedad y un empleo sostenible, el desarrollo llega”.
El encuentro dejó claro que, pese a matices ideológicos, los precandidatos coinciden en que la seguridad, las vías, la productividad, la estabilidad jurídica y la modernización institucional son la base para transformar el campo colombiano. También quedó marcado que uno de los invitados que no asistió al espacio fue el precandidato Sergio Fajardo, cuya ausencia abrió interrogantes en un sector que exige compromisos concretos.
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