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Durante el Congreso Nacional Agropecuario, el Futuro del Agro 2026-2031, representantes del sector público y privado dialogaron sobre los retos y desafíos que enfrenta el sector agropecuario en el país
Juan Cruz, integrante del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos entre 2017 y 2019
Según Juan cruz, experto en seguridad nacional, la ofensiva agrícola de Trump ya mueve a Brasil, Ecuador y Guatemala para ocupar espacios que antes tenía Colombia
La posible consolidación de una nueva etapa de la política de Donald Trump ya se evidencia. Según Juan Cruz, integrante del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos entre 2017 y 2019, varios países han aprovechado la distancia entre Washington y Bogotá para avanzar posiciones. Lo resumió con crudeza: “están apuntando los dientes en El Salvador, Perú, Guatemala, Ecuador, Brasil y otros para desplazar a Colombia en los mercados que quiere asegurar Colombia en Estados Unidos”.
En especial, Ecuador y Guatemala han comenzado a moverse para ganar ventaja en productos agrícolas. En el sector bananero, cacaotero y cárnico, ambos gobiernos buscan convertirse en proveedores preferenciales. Brasil se ha convertido en el caso más ilustrativo.
Su sector privado entendió que las reglas de Washington cambiaron. Empresas, gremios y hasta gobiernos locales invirtieron en lobby, asesoría legal y presencia permanente.
Presiones internas y alzas
El frente agropecuario marca buena parte de la agenda del posible nuevo gobierno republicano. La escalada de precios, que incluye aumentos en productos importados, ha generado presiones políticas internas, “la carne de res ha subido de precio 18% el último año”.
El impacto golpea al consumidor estadounidense y al Congreso, donde representantes de áreas rurales reclaman alivios inmediatos.
Ese clima abre el espacio para cambios arancelarios y replanteamientos de acuerdos comerciales. De acuerdo con Cruz, esa mezcla de presiones políticas y económicas convierte al agro latinoamericano en una arena estratégica. En ella, Colombia no compite sola, sino contra gobiernos que ya entendieron la urgencia de actuar.
Una relación bilateral en tensión
Para Cruz es claro en que el vínculo entre Washington y Bogotá atraviesa un momento tenso. Para él, Trump espera que Colombia atienda temas que Estados Unidos considera prioritarios. La frase es directa: “el próximo presidente va a tener que prestarle atención a los intereses de Estados Unidos”.
Cruz recordó que Washington mira con buenos ojos a gobiernos de distintos perfiles que han logrado mantener cooperación firme. “Hace falta un candidato serio. No tiene que ser ideológicamente alineado”, señaló al mencionar países como Panamá, Paraguay, República Dominicana, Argentina, Ecuador y Perú. La advertencia implícita es que la cercanía no depende de afinidades ideológicas, sino de resultados.
El mensaje no solo es para el Gobierno. También es para quienes buscan competir en mercados que hasta hace pocos años Colombia dominaba, como el café especial, el cacao o la carne.
Por otro lado, la política antidrogas vuelve al centro del tablero. Estados Unidos retomará una estrategia de acciones contundentes, incluso de manera unilateral.
“De nuevo va a luchar contra las drogas con todas las herramientas que tenga y si no lo acompañan lo hará solo y a su manera”, dijo Cruz.
Una oportunidad silenciosa
Si algo repitió Cruz es la necesidad de adaptarse a la nueva realidad. El ecosistema político de Washington cambió. Los accesos son más reducidos, los intermediarios más influyentes y las decisiones más sensibles a presiones locales. Para él, el sector privado colombiano necesita reconstruir confianza y corregir errores tácticos. En su lectura, algunos representantes estadounidenses no se sienten escuchados. “El problema es que no se fían del colombiano porque piensan que les van a llevar la contraria” señaló Cruz.
La recomendación es concreta: construir relaciones, no solo contratar asesores. Los productores de cacao, café, flores y carne deben acercarse a los congresistas que representan a los estados compradores. “Ustedes deberían preparar el terreno para que ellos les expliquen que hay otra forma de ver las cosas”, insistió.
Con países vecinos avanzando y Estados Unidos reconfigurando prioridades, Colombia enfrenta un momento definitivo. La política agrícola, la estrategia antidrogas y la diplomacia comercial deben ajustarse. Con el panorama del ex consejero de seguridad Cruz, la incógnita se resume en si Colombia actuará a tiempo para no quedar rezagada en el mercado internacional.
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