Así está la ruta a recorrer para alcanzar la meta de producción de hidrógeno en 2050

La firma consultora estadounidense McKinsey & Company destacó en un informe que el hidrógeno puede evitar 80 gigatoneladas (GT) de emisiones acumuladas de CO2 a 2050, y contribuir con 20% de la reducción total.

“Sin embargo, a partir de ese mismo año, el potencial de disminución anual será de siete GT, para lo que se requiere el uso de 660 millones de toneladas métricas (TM) de hidrógeno renovable y bajo en carbono, lo que equivale a 22% de la demanda mundial de energía final”, indica la investigación.

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Colombia, particularmente, es consciente del beneficio que trae la producción de hidrógeno, y es por eso que intenta avanzar en el tema. “No obstante, actualmente se posiciona como el cuarto país más competitivo en la producción de este gas con bajas emisiones a un costo atractivo de US$1,1 por kilogramo, gracias a que cuenta con los recursos necesarios de Fuentes no Convencionales de Energías Renovables (Fncer) para lograrlo, es decir, carbón y gas natural”, según revela un informe de Naturgas.

Lo interesante es que, según la Cámara de Hidrógeno Andi-Naturgas, hoy el país tiene sobre la mesa más de 28 proyectos, que pueden engrosar el potencial; y aunque no produce hidrógeno puro, se proyecta que de aquí a 2030 comience a generar hidrógeno verde de entre uno a tres GW, a un valor de US$1,7 el kilogramo, con la meta de que a 2050 este precio pueda bajar hasta US$1,1, el kilogramo.

Para ahondar un poco más sobre el tema, hablamos con Leonardo de Lella, managing director & partner de Boston Consulting Group, BCG.

¿Tenemos las herramientas, infraestructura y niveles de financiación necesarios para la transición energética en la región?

Tenemos las herramientas listas para facilitar la transición energética, pero aún carecemos de la infraestructura y de los niveles de financiamiento necesarios para realizarlo antes de 2030. Las acciones deben coordinarse entre el sector público y privado para garantizar la escala de inversión necesaria.

También hay otros retos como los son la madurez tecnológica, de la que son débiles los países de la región, por lo que sería más importante adoptar las ya comprobadas, más que desarrollarlas; al igual que garantizar el despliegue de energías renovables a escala, lo que en Colombia es un gran desafío, ya que aún necesita ganar competitividad.

En definitiva, para cumplir con el proyecto de ser líder exportador de hidrógeno verde, hay que tener en cuenta que se va a competir con muchos otros países.

¿En la industria del hidrógeno ya pasamos de la emoción a la realidad?

Todavía hay mucho trabajo por hacer con el hidrógeno, a nivel mundial. Las decisiones de inversión llegan demasiado tarde para alcanzar los objetivos de 2030, mientras que las proyecciones de costos simplemente no se están materializando.

Sin embargo, Colombia puede ser uno de los países competitivos, en cuanto a costos de producción de hidrógeno verde, junto con Australia, países del Medio Oriente y Chile. Este último país puede producirlo entre US$1 y US$1,5 por kilo.

¿Qué tipo de hidrógenos hacen parte de la oferta y a cuál es el que más le apuesta Colombia, por su impacto medio ambiental?

El grueso del hidrógeno que se produce actualmente en el mundo es gris, el cual es el resultado del reformado de hidrocarburos (productos petrolíferos, carbón o gas), cuyo proceso genera altas emisiones.

Pero también está el azul, que es el intermedio entre los dos procesos, en el que el CO2 liberado en la producción de H2 gris se almacena con captura, almacenamiento y uso del carbono (Ccus, por sus siglas en inglés).

De igual forma está el blanco, que es un gas que se da de forma natural en escenarios geológicos específicos. En Colombia, se han encontrado concentraciones de hasta 40.000 partes por millón (ppm) en los pozos perforados en la cuenca de los Llanos, según Ecopetrol, y es cero emisiones de CO2, gracias a que ya se encuentra en el subsuelo.

Pero también está el verde, que se produce a través de energías renovables y el agua, en un proceso de electrólisis que es bastante costoso. Hay que aclarar que también es el de más bajo contenido de carbono, de ahí que juegue un papel vital en el país para reducir las emisiones de CO2, en un 51%, para 2030.

¿Es muy costoso producir hidrógeno verde?

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Bastante oneroso, muy por encima de lo que vale producir el hidrógeno gris y otras alternativas de hidrógeno, a nivel mundial. Particularmente estimamos que la producción de ese H2 en el territorio nacional podría estar entre US$4 y US$8 por kilo en 2030, mientras que el hidrógeno gris puede estar entre US$1 y US$2 por kilo, pero esto solo en potencia, ya que en Colombia no se produce este tipo de hidrógeno, solo el gris, el cual es usado en su totalidad en las refinerías de la empresa Ecopetrol.

¿Qué se requiere para implementar proyectos de hidrógeno verde competitivos?

Es vital diseñarlos con esquemas de muy bajos costos de electricidad o, mejor, contar con energías renovables muy competitivas. Asimismo, tener gran disponibilidad de energía en mayor tiempo posible; valga decir que Colombia tiene la ventaja de contar con una matriz energética muy limpia, pues casi 80% de la electricidad viene de fuentes hidráulicas, que potencialmente podrían usarse para producir H2 verde.

También es necesario incrementar los precios del carbono, ya que así aumentarán los costos de la fuente alternativa; como también se requieren mayores impulsos regulatorios e incentivos, por parte del Gobierno. En el país, estos impulsos regulatorios e incentivos ya se han puesto en marcha a través de la ley de transición energética; también hay beneficios fiscales y planes de financiación.

¿Cómo será la demanda?

En 2021, la demanda fue aproximadamente 94 millones de toneladas, siendo la mayor parte de hidrógeno gris, que tiene mayor impacto en el medio ambiente. Sin embargo, para 2050, la demanda de hidrógeno bajo en carbono se acercará a los 350 millones de toneladas, por año.

Para cumplir con los objetivos de descarbonización del mundo, BCG calcula que los sectores público y privado deben invertir entre US$6 billones y US$12 billones de activos, entre 2025 y 2050; estas oportunidades de inversión se extenderán a toda la cadena de valor, desde el desarrollo y generación de materias primas hasta el transporte y almacenamiento de hidrógeno”, sostiene Leonardo de Lella, managing director & partner de BCG.