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El Papa solo vivió 19 horas y media después de la bendición del Urbi et Orbi; su partida ha marcado una contrarreloj que va hasta el 11 de mayo para elegir al nuevo sucesor del mayor cargo dentro de la Iglesia católica
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El número de creyentes bautizados aumentó durante el papado de Francisco. En 2023, el continente en el que más se expandió el credo fue en África, con 3,3% de aumento
El Papa Francisco fue el líder espiritual de más de 1.400 millones de creyentes a lo largo de 12 años. Durante su pontificado, Jorge Mario Bergoglio logró aumentar el número de bautizados en la religión católica.
Cuando asumió el cargo, en 2013, había 1.254 millones de fieles, lo cual representaba 17,7% de la población mundial. Ahora, en las últimas cifras del Annuario Pontificio 2025 y el Annuarium Statisticum Ecclesiae 2023, se revela que esta cifra llegó hasta 1.406 millones, aumentó 1,15% tan solo entre 2022 y 2023, lo cual fue similar en años previos.
El rector de la Universidad de La Salle, Hno. Niky Alexander Murcia, señaló que la cercanía con las nuevas generaciones fue una de las revoluciones más hondas de su pontificado, que transformó la Iglesia y sacudió la conciencia del mundo, lo cual fue uno de los factores que mantuvo y expandió la fe.
“El Papa mostró que el futuro de la humanidad se escribe con los jóvenes, con sus preguntas, sus búsquedas y sus rebeldías. Su muerte marca el cierre de una era, pero su vida fue el reflejo de una voz que inspiró al mundo con su insistencia en la misericordia, la esperanza, la solidaridad y la paz”, afirmó el rector Murcia.
Pero el contagio no fue solo intergeneracional, sino que sigue creciendo en otros territorios, en el continente que más aumentó el número de bautizados en 2023 fue África con 3,31% al pasar de 272 millones en 2022 a 281 millones en 2023, cifra con la que representan 20% de los católicos del mundo.
En América, donde está la mayor parte de creyentes de esta religión (47,80%), los fieles crecieron 0,90%, de estos, en Suramérica se ubican 27,40% de los creyentes, destacando que aquí se encuentra el país con más católicos, Brasil, con 182 millones y países con 90% de población católica: Argentina y Colombia.
Sobre la duda de cómo seguirá la expansión de la iglesia con el nuevo Papa, Carlos Novoa S.J., profesor de la facultad de Teología de la Universidad Javeriana, afirmó, “si hay muchos millones de católicos o no hay, realmente es un asunto que ni nos interesa ni nos importa. Por ejemplo, en un país como Colombia con tanto odio, machismo, miseria, corrupción, tanto política como privada, hay 50 millones de católicos pero ¿Cuántos de esos son auténticos católicos? yo no tengo idea, ese catolicismo me deja más preguntas que respuestas. Yo sí prefiero 10 millones de católicos de verdad, que 50 millones de católicos que dicen una cosa y hacen otra. Como dice el Papa Francisco, entre un católico hipócrita y un ateo, pues simplemente me quedo con el ateo, porque no es coherente”, afirmó el profesor.
Novoa destacó que independiente de la cifra de bautizados, señala que el legado del Papa radica en que fue una persona consecuente, “primero vivía y después hablaba, una persona de una vida absolutamente sencilla y eso es lo que existe este mundo, llena de perdón y reconciliación en un mundo lleno de odio. Eso es lo fundamental”.
“La transformación de Francisco en la Iglesia no se va acabar, porque ha penetrado a toda la comunidad católica, que somos 1.400 millones de personas y porque 80% de los cardenales los eligió él”.
“Francisco fue un pastor cercano, un hermano entre hermanos, hizo de la Iglesia una casa más amplia, menos solemne y más viva. Fue un ejemplo para quienes creemos que la fe y la justicia”.
Sobre la transformación que logró en la iglesia con estas cualidades y maneras de ser, recalca que no se perderá ya que se ha apropiado por la comunidad y en aspectos prácticos, 80% de los cardenales que participarán en la elección de su sucesor, fueron elegidos por él, lo cual indica que comparten su perspectiva frente al evangelio.
En ello coincide con Murcia, quien afirmó que el Papa ha partido, pero, su legado permanecerá. “Su palabra, como la semilla en tierra fértil, seguirá dando fruto allí donde haya una comunidad que crea que otro mundo es posible, que se atreva a mirar a los ojos a quien sufre, que no se resigne al cinismo ni a la desesperanza, que tenga el coraje de llamarse, como él nos llamó tantas veces, constructores de paz”, concluyó el rector.
