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Según el gerente de la empresa, "con nuestra tecnología se le puede dar 10 días más de vida útil a jamones y nueve días en quesillo"
Extender la vida útil de los productos alimenticios y que no sean perjudiciales para las personas es una necesidad empresarial.
Por eso, dos innovadores de la startup Copperprotek descubrieron un nuevo uso del cobre que prolonga la vida de los alimentos perecederos.
“Con nuestra tecnología se le puede dar 10 días más de vida útil a jamones, nueve días en quesillo y 23 adiciones al cerdo fresco, lo que permite mejoras de la última línea en varios puntos porcentuales, al disminuir las reposiciones, mermas, capital de trabajo, reclamos, devoluciones y liquidaciones, además de poder ampliar la zona de cobertura del producto”, comentó Jaime Moral, gerente general de Copperprotek.
El alimento va perdiendo calidad en el transcurso de los días debido al crecimiento de bacterias, donde un aumento de solo cuatro grados en la temperatura puede generar un crecimiento exponencial en menor tiempo, de ahí la importancia de este negocio, explicaron.
“Trabajando en una minera de cobre en Chile, aprendí sobre este mineral, y su efecto en los microorganismos, donde las bacterias son destruidas por iones de cobre, las mismas bacterias que descomponen el alimento, extendiendo su vida útil”, dijo Javier Lavin, cofundador de la marca.
La tienda cuenta con un área total de 30,8 metros cuadrados y requirió una inversión aproximada de $332 millones
La Junta de la compañía indicó que Calle cuenta con el conocimiento y la experiencia para liderar la organización, darle continuidad al plan de negocios
Aunque esta población enfrenta dificultades para reengancharse laboralmente, pese a aportar experiencia, estabilidad y productividad, el Distrito avanza en acciones para abrir oportunidades y cerrar brechas