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Por el aumento de las cifras de fabricación, comercialización y ventas de licor adulterado en Medellín, el concejal de esa ciudad Rober Bohórquez Álvarez le pidió a las autoridades que endurezcan los controles a establecimientos como bares, discotecas, licoreras y las tiendas de los barrios.
El llamado se hizo a raíz de una investigación adelantada por el periódico El Colombiano, en la que se encontró que en la región del Valle de Aburrá en la actualidad existen 400 procesos por producción ilegal de licor, así como 148 detenidos y 28 condenados.
“El trabajo no es sólo de las autoridades. Las personas deben acostumbrarse a comprar el licor en almacenes de cadena o en estanquillos de confianza. Además es necesario destruir las etiquetas, anillos de seguridad y tapas. Inclusive se debe quebrar la botella, pues esta es el insumo principal de la adulteración”, afirmó Bohórquez.
El funcionario también advirtió que en la época decembrina aumenta el consumo de licor y por ende aumenta la producción en lugares clandestinos como alambiques donde se mezcla con jarabes y colorantes,entre otras sustancias.
Según la investigación hecha por El Colombiano, los licores adulterados se consiguen desde $1.000 a $1.200 por media botella de aperitivos, así como tequilas y aguardientes por $7.000 las cajas ‘duo pack’.
Bohórquez señaló que desde 2012 se ha empezado a vigilar el tema, pues el fenómeno puede causar ceguera, intoxicación o la muerte.
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