Fusión de suiza Holcim y francesa Lafarge reacomodaría el mercado

La primera gran movida empresarial del año que representa la fusión entre la francesa Lafarge y la suiza Holcim, podría repercutir en la conformación actual del mercado cementero en Colombia, liderado por Holcim y sus competidoras Argos, Cemex, y en menor medida Tequendama y San Marcos.

Para expertos como Eduardo Sarmiento, director de la Escuela Colombiana de Ingenieros Julio Garavito, dicha negociación “fortalecerá” el monopolio del sector y que estas puedan producir cemento a más bajo costo que el resto de las empresas. Y como consecuencia de la unión entre Holcim y Lafarge, con un valor estimado en US$55.000 millones, no se descarta que otros jugadores del mercado analicen la posibilidad de movidas similares o asociaciones.

“En ese sentido, sería desfavorable para Colombia esta alianza porque se saca ventaja de la economía de escala y las otras no tendrán más remedio que hacer lo mismo, de manera que eso incentivaría la fusión de Argos con otras empresas”, aseguró Sarmiento. 

Voceros de Argos respondieron que “en relación al proyecto de fusión es pertinente considerar que  en Colombia únicamente Holcim tiene una operación cementera, por lo que no se consolida ninguna posición diferente a la que actualmente existe en el mercado”. Y agregó que “analizará con cuidado las posibilidades de expansión que pudieran sobrevenir en caso de que la empresa fusionada decida desinvertir activos de interés de Argos en mercados atractivos para su crecimiento futuro”.

La agencia Reuters ha señalado que la estrategia de las concreteras europeas, considerada como una apuesta por el mercado latinoamericano, enfrentará en 15 países un estudio antimonopolio. Por lo anterior, es posible que ambas multinacionales pongan a la venta unos US$6.900 millones en activos, principalmente en Europa, para que los organismos reguladores no se opongan a la transacción.

Andrés Arango, presidente de la constructora Ospinas, considera que la integración con Lafarge permitirá a la suiza una mayor capacidad de competencia en Colombia y ofrecer un servicio con alto rendimiento. “Lo que nos interesa a los desarrolladores es conseguir cemento a un mejor precio y de mejor calidad, y esto podría hacer esta compañía”.

Arango coincide con Sarmiento en que Argos y Cemex tienen cómo competirle al nuevo gigante, aunque el tema de debate es qué pasaría con el resto del mercado. “Sobre todo con los fabricantes más pequeños, a los cuales hay que dejarle espacio para que haya más competitividad en el negocio”, advierte.

En ese sentido, el Gobierno colombiano también debe contemplar medidas aplicables, en caso de que haya una disminución “muy fuerte” de los precios. El director de la Escuela Colombiana de Ingenieros Julio Garavito propone que, entre esas, se impongan aranceles para que el resto de compañías no resulten afectadas y que entidades como la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) se mantengan alerta en los controles a la libre competencia.

“El papel de la Superintendencia es vital para regular el mercado y que se puedan generar monopolios que ponen en desventaja a los competidores más pequeños”, aseveró Luis Aurelio Gómez, gerente del grupo empresarial Oikos.

Ambas en latinoamérica
Si se concreta la unión de Holcim y Lafarge se constituirá la cementera más grande del mundo, la cual será controlada por inversionistas de Holcim, con 53% de la compañía y presencia en 90 países, 73 de ellos en Asia, Latinoamérica y África.

Ese es uno de los puntos llamativos de la negociación en curso, que ambas se complementan en su presencia comercial. La francesa Lafarge es fuerte en África y Oriente Medio, mientras que la suiza se ha expandido por Latinoamérica y la zona pacífica de Asia. En tanto que las dos tienen una presencia equilibrada en Europa y Estados Unidos.