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La compra de la concesión a perpetuidad que representa un ingreso anual aproximado de US $13 millones, fue por US$152 millones
El Grupo ISA adquirió por US$152 millones la empresa de transporte Orazul Energy Group, que también es dueña de Etenorte y Eteselva, compañías que operan seis líneas de transmisión con un total de 746 kilómetros de circuito.
La operación se materializó a través de ISA Perú, pero está a la espera de la autorización del Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual en Perú (Indecopi).
Después de una transferencia bancaria a través de Scotiabank, las empresas fueron compradas con un saldo actual en caja de US$6,5 millones, sin deuda financiera, y un desembolso total de recursos es de US$158,5 millones.
“Perú es uno de los países clave en nuestra estrategia al 2030 y esta operación nos permite seguir fortaleciendo nuestra posición en el sector de trasmisión de energía eléctrica allí. El sector eléctrico de Perú ha crecido en los últimos años y lo consideramos clave en la futura configuración de la integración regional. Somos conscientes que pasamos por momentos desafiantes en el Perú y en Latinoamérica en medio de esta pandemia, pero esta adquisición es una muestra clara de la confianza y el compromiso de ISA en seguir generando conexiones”, indicó Bernardo Vargas, presidente de ISA.
Los 746 kilómetros de circuito de línea a 220 y 138 kV representan el 2,4% de los ingresos del mercado de transmisión de energía del Perú con lo cual la participación de mercado del Grupo ISA pasa a 73%, consolidándose así como el mayor trasportador de energía en ese país.
Lo que se presume es que JP Morgan desarrolló una operación cerrada. Es decir, su salida no es una casualidad, sino que ya pueden contar con un comprador único
El lanzamiento de este modelo, que cuenta con cinco asientos, dos puertas deslizantes, modularidad y eficiencia, consolida a la compañía como una importante generadora de empleo, industria y trabajo en colombia.
Según la Encuesta de Opinión Empresarial de Fedesarrollo, la confianza comercial registró un leve avance en noviembre, mientras que la confianza industrial cayó con fuerza y regresó a terreno negativo
