Taxistas marcharon en Bogotá contra los servicios de Uber

Con carpas que decían: Fuera Uber de Colombia, fuera la ilegalidad marcharon los conductores de los taxis de Bogotá para exigir al Gobierno tomar medidas contra Uber y no permitir que estos vehículos continúen prestando el servicio especial de transporte en el país.

Aunque el líder del gremio de los taxistas, Hugo Ospina, reconoció que la ministra de Transporte y el Superintendente de Puertos y Transporte han cumplido con su labor, además que la Policía de Tránsito ya tiene inmovilizado varios vehículos blancos aún MinTic no ha cumplido.

“El Gobierno con la Policía Nacional ha venido cumpliendo con la tarea como lo dice la ley. El que está incumpliendo es el ministro de las TIC. Por mandato legal cuando van a crear una plataforma tecnológica le deben pedir unos permisos al Ministerio de Transporte si es que dicha plataforma va a prestar un servicio de transporte público y MinTIC ha hecho caso omiso a dicha reglamentación y permite que Uber siga operando en Colombia”, dijo Ospina.

Así mismo, el líder de taxistas contó que el ministro de las TIC, David Luna, ya había tenido una reunión con el gremio y les había anunciado que ninguna autoridad judicial le ha informado de bloquear la plataforma de Uber.

“David Luna nos informó en una reunión que tuvimos que si el Gobierno o alguna autoridad judicial o competente le dice que bloquee la plataforma de Uber, él la bloquea, pero que -dice- no tener las herramientas para apagar dicha plataforma”, contó Ospina.

Por su parte, voceros de Uber en Colombia se pronunciaron frente al tema explicando que esta plataforma ha ofrecido a los bogotanos mejor movilidad segura, disponible y confiable.

"Colombia tiene la oportunidad de ampliar alternativas de movilidad que den prioridad al usuario y a las ciudades, con la ayuda de plataformas tecnológicas. La aplicación de Uber ha puesto al servicio de los colombianos lo mejor de la tecnología para ofrecerles una opción de movilidad segura, confiable, altamente disponible y transparente”, dijeron desde la aplicación.

A la vez agregaron que “el Estado debe actuar para resolver la profunda crisis que, por décadas, vienen sufriendo los conductores de taxi, cuyos problemas nada tienen que ver con la llegada de las plataformas tecnológicas. En su mayoría, los conductores de taxi deben arrendar a diario un carro y trabajar para los dueños de los cupos de taxi, muchas veces a costa de su propia calidad de vida y sin la posibilidad de tener un ingreso digno”, afirmaron voceros de Uber a Colprensa.

“Este es un problema histórico de esa industria que no se resuelve con la prohibición de plataformas tecnológicas. De hecho, impedir nuevos emprendimientos e innovaciones en la movilidad, perpetúa un sistema desigual que le ha fallado a los usuarios, a los conductores de taxi y a las ciudades por igual", añadieron.

Aunque la marcha ha sido pacífica y no se ha presentado ningún tipo de problemas, en el centro de la ciudad las autoridades registraron gran cantidad de trancones y la Policía continúa haciendo el acompañamiento a esta movilización para evitar posibles bloqueos.

La pelea de Uber es mundial

La pelea entre conductores de taxis amarillos y aplicaciones móviles como Uber que lleva un año en Colombia, también se vive en países como México y Brasil. Nada más ayer cientos de taxistas brasileños protestaron contra una decisión judicial que autorizó el uso de Uber en Río de Janeiro, contradiciendo una ley impulsada por la Alcaldía que impide el uso de esta plataforma de conductores privados.

Mientras que en la capital colombiana se protesta por el uso de estas plataformas tecnológicas, la Justicia Regional de Río de Janeiro declaró inválida la prohibición del uso de Uber al entender que viola el derecho a la libre iniciativa garantizado por la Constitución y que el Estado no puede "prohibir una actividad económica lícita, abierta a la iniciativa privada y a la libre competencia.

Así mismo, pasó con México, quienes recientemente plantearon una solución al regular este tipo de aplicaciones, sin embargo, en Colombia la movida de las autoridades va la dirección contraria.