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A propósito de la quiebra de la empresa que opera el Sistema Integrado de Transporte Público (Sitp) por la calle 26 (fase III de Transmilenio), Coobus S.A.S., se evidencia que los Sistemas masivos en las diferentes ciudades del país siguen en crisis.
Los factores como: la falta de integración con los buses urbanos, el bajo recaudo por cuenta de las tarifas, el deterioro de los equipos y la falta de inversión del Gobierno hacen que las empresas operadoras de estos servicios se estén quebrando.
Antes del año 2002, el transporte urbano era ineficiente. El negocio consistía en ampliar cupos para aumentar el número de los usuarios. Esto llevó a malas prácticas en las ciudades, puesto que las compañías sólo estaban interesadas en aumentar la operación y no en prestar un buen servicio. También, el crecimiento de la población se duplicó año a año y la capacidad de movilidad era insuficiente.
Allí fue cuando Transmilenio nació como una solución a los problemas de movilidad en Bogotá, un modelo copiado de la Red Integrada de Transporte de Curitiva, en Brasil, el primer sistema de transporte de rápido tránsito del mundo.
La idea del proyecto era que el servicio se pudiera igualar al de un metro, fuera más organizado y se acabara la guerra del centavo. El procedimiento implantado funcionó parcialmente, Transmilenio era un transporte público funcional con una inversión inicial de bajo costo, el cual, en su momento, ayudó a resolver los principales problemas de movilidad en la capital.
El proyecto parecía fácil de reproducir. Este reducía los tiempos de viaje y mejoraba la calidad de vida de las personas. Entonces llegó el boom latinoamericano del transporte masivo y muchas ciudades copiaron el modelo.
Colombia no fue la excepción, en 2002 se expidió un documento Conpes de política pública de transporte urbano. Medellín, Bucaramanga, Cali, Pereira y Barranquilla replicaron el modelo ‘Transmilenio’. No obstante, el lineamiento fue pensado para que la tarifa de los usuarios ($1.700) cubriera los costos operacionales y los componentes básicos de infraestructura.
Viviana Tobón, directora del comité sectorial de Transporte de la Andi, aseguró que “de ahí parte el error”, ya que, la experiencia internacional mostraba que entre 30% y 70% de los costos estaban cubiertos a través de subsidios y no con las tarjetas de embarque. “Las proyecciones que inicialmente se hicieron con relación a esos proyectos no resultaron ser del todo ciertas y hay proyectos de estos que están en déficit; inclusive, en algunos casos el número de pasajeros que están recogiendo los sistemas no compensan los esfuerzos financieros que se han hecho en torno a esos proyectos”, afirmó Juan Martín Caicedo, presidente de la Cámara Colombiana de la Infraestructura (CCI).
Los costos son superiores a los ingresos. “Esta situación hace que no puedan sacar las flotas porque no tienen dinero para el combustible ni para la reposición ni para el mantenimiento de los vehículos”, según Tobón.
Eduardo Bellini, gerente de Blanco y Negro, firma operadora del Mio en Cali, sostuvo que los sistemas están compitiendo fuertemente con el transporte colectivo, de tal forma que si no se reestructuran las rutas, con gran dificultad los Sistemas Integrados de Transporte Masivos (Sitm) no llegarán a cumplir con la demanda. Esta situación es evidente en Bucaramanga, Barranquilla y Cali. Adicionalmente, casi no hay desembolsos de recursos para obras. Por ejemplo, las inversiones en obras civiles, específicamente, en Sitm, en vías férreas y pistas de aterrizaje fue de -29,4%, con una contribución negativa del 0,6% al indicador total.
Para la Andi, la solución sería crear un fondo de estabilización que opere como factor de equilibrio como lo tuvo en su momento Bogotá. A continuación LR presenta los problemas de los principales ‘Transmilenios’.
Bogotá
La crisis de los Sistemas de Transporte Masivo revivieron con el declive financiero de Coobus, uno de los más importantes operadores de fase III de Transmilenio. Según conoció LR, la empresa no cumplió con la puesta en operación de la totalidad de la flota solicitada para el 23 de febrero de 2013 ( 7 buses), tras presentar un déficit de $14.000 millones. Y es que de acuerdo con Fernando Sanclemente, gerente de Transmilenio, la ingobernabilidad que existe al interior del operador con una alta rotación de la gerencia ha generado múltiples inconvenientes de ejecución, por lo que se estudia la posibilidad de hacer una sustitución de la empresa. Para analistas el caso de Coobus puede tener un efecto dominó pues el Sistema Integrado de Transporte Público (Sitp) presenta una evidente falla estructural por la reducción de la tarifa que no contempla la sostenibilidad del sistema. A esto se le suma a los retrasos de dos años en la construcción de parqueaderos y talleres.
Medellín
Metroplus no ha sido ajeno a la crisis. Este sistema de transporte, el más reciente a nivel nacional, en su primer año de operación arrojó un déficit de $11.000 millones tras presentar unos ingresos de $15.747 millones, mientras que los egresos fueron de $27.183 millones. Las razones que explican dicho déficit son la baja movilización de pasajeros que apenas alcanza 43.000 diariamente y el desequilibrio de los costos fijos en funcionamiento de estaciones y vehículos. Se prevé que la línea dos le aporte 8.000 usuarios diarios al Metroplús, y 100.000 las alimentadoras. Así, en 2014, cuando esté madura la operación de las tres partes, Metroplús movería 150.000 usuarios.
Cali
A pesar de que el MIO fue calificado internacionalmente como un sistema de transporte bien estructurado, después de 5 años de funcionamiento aún no logra su punto de equilibrio, que prevé concretar cuando circulen por él 650.000 pasajeros diarios. El problema, según expertos, radica en su implementación, en la que aún existe paralelismo con los buses antiguos y piratas, que no se han logrado chatarrizar. Lo anterior, tiene al borde del colapso a los cuatro operadores que alcanzan pérdidas mensuales de $1.500 millones. Se prevé que con el Conpes de $95.00 millones aprobado hace poco por el Gobierno Nacional, se solucione parte de la situación.
Bucaramanga
Debido a la falta de usuarios por el paralelismo existente con el transporte convencional en Bucaramanga, el Sistema de Transporte Masivo (Metrolínea) aún no ha podido llegar a su punto de equilibrio, pues, como asegura el profesional especializado en planeación la empresa, Julián Arenas, “las tarifas de los usuarios no alcanzan para suplir los gastos de funcionamiento de la empresa”.
De los $1.650 que cuesta el pasaje en Metrolínea, el 6,85% de esta tarifa va destinado al ente gestor; el 13,5%, al concesionario de recaudo; el 11,75% al que se encarga de la infraestructura; y, además, por cada pasaje registrado en el sistema, el Área Metropolitana recibe $5 de la tarifa.
Los ingresos que se registran de los 150.000 pasajeros que diariamente utilizan Metrolínea no son lo suficientemente altos para superar el déficit de $5.000 millones de pesos que tiene la empresa. A pesar de que la Alcaldía de Bucaramanga aportó un aproximado de $2.000 millones.
Barranquilla
Desde que inició sus operaciones en el 2010 Transmetro ha pasado por varias crisis en la prestación de su servicio. Uno de sus operadores, Sistur, no ha cumplido con la incorporación total acordada de buses debido a dificultades financieras. Al respecto el gerente de Transmetro, Manuel Fernández, señaló que el operador tiene la voluntad de cumplir y se espera la incorporación de 210 buses este año. Metrocaribe, otro de los operadores de este sistema masivo, se acogió a la ley 1116 lo que le ha permitido reestructurar sus obligaciones financieras, pero Sistur no corrió con la misma suerte, por ser una unión temporal y no una empresa de carácter jurídico. Pero este no es el único problema que enfrenta Transmetro y es que la competencia por parte del servicio público y de los taxis colectivos afectan sus ingresos y reducen el número de usuarios. Actualmente hay 170 buses en operación, cuenta con 3 rutas troncales, 3 expresas y 19 rutas alimentadoras. Transmetro ha movilizado más de 72 millones de personas desde que empezó a prestar sus servicios en la ciudad.
Pereira
Los operadores (Promasivo e Integra) del Megabus presentan un déficit financiero de $57.000 millones, lo que deja ver una evidente crisis en este sistema de transporte masivo.
La razón, según señalan, es que el sistema nunca ha movido los 142.000 pasajeros diarios que se estableció en el Conpes y al día de hoy solo presenta un movimiento de 90.000 pasajeros . De hecho el operador Integra, ya interpuso una demanda por incumplimiento de las proyecciones del negocio, pues, según reclama la empresa, al haber menos pasajeros, la tarifa técnica configurada por la canasta de costos del transporte y sobre los viajes movidos por kilómetro tiende a aumentar, mientras la del usuario es estática.
Las opiniones
Juan Martín Caicedo
Presidente de la CCI
“Las proyecciones que inicialmente se hicieron con relación a esos proyectos no resultaron ser del todo ciertas y hay proyectos de estos que están en déficit”.
Fernando Sanclemente
Gerente de Transmilenio
“La ingobernabilidad que existe al interior del operador con una alta rotación de la gerencia ha generado múltiples inconvenientes de ejecución”.
Walid David Jalill
Secretario de movilidad de Barranquilla
“Con las intervenciones que hemos realizado logramos subir el número de pasajeros. Estamos combatiendo la informalidad en el transporte como los taxis colectivos”.
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