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ECONOMÍA

Sin venta de Isagen, quedan en jaque 19 de los 25 proyectos 4G que faltan

martes, 19 de mayo de 2015
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David "Chato" Romero

Han sido varios los mecanismos y alternativos que le han dado un respiro al Ministerio de Hacienda, mientras encuentra la vía para la capitalización de la FDN y evitar, eventualmente, un freno a la tercera ola de estos proyectos.

En el tintero de posibilidades está hasta una nueva capitalización por $60.000 millones que le bajaría la participación del Gobierno de 73,6% a 67%.

La financiación de las vías de cuarta generación es la bandera de la Vicepresidencia de la República, que ha mostrado recientemente su malestar por la lentitud del Ministerio de Hacienda, de agilizar recursos para las autopistas 4G. Sin embargo, hasta no conseguir los $5 billones que se requieren, bien sea con Isagen, o con las alternativas que ha propuesto el equipo técnico del Gobierno, se le dificultará a la FDN tener los recursos para apalancar, por lo menos, 19 de los 25 proyectos restantes.

Nuevamente aplazaron por decisiones judiciales la venta de Isagén. Cuál es el impacto que se verá en la Financiera de Desarrollo Nacional ese retraso para la financiación de proyectos de infraestructura de cuarta generación.
Cuando nosotros arrancamos este programa, teníamos la expectativa de que íbamos a poder, con una participación más pequeña de los proyectos, apoyar realmente y adecuadamente a que los cierres financieros. La lectura que tenemos hoy después de estar trabajando en los primeros diez proyectos (de la primera ola) es que el respaldo que nos están pidiendo para ayudar a hacer los cierres es más cercano al 20% de los recursos que se requieren que lo que nosotros estábamos en capacidad de poner. Con los días, nos hemos dado cuenta que las necesidades se vuelven mucho más críticas. Por lo tanto, tener un patrimonio técnico mucho más grande nos permita ir en montos más grandes por proyecto.
 
Hoy tengo una limitación que es mi patrimonio técnico, que al ser pequeño, en cada proyecto individual puedo ir hasta determinado monto. Si llegara al máximo, porque tampoco es prudencial llegar a ese nivel, pero llegando al 30% de mi patrimonio técnico por proyecto, yo no puedo poner más de $180 mil millones. Eso representa alrededor de un 10% de la deuda que requiere cada proyecto. Ahí es donde estamos viendo una limitación que a corto plazo se está tratando de sustituir con una alianza con el Banco Agrario.
 
Sin embargo, en la medida en que eso avance, cada vez son menos los recursos con los que puedo contar del Banco Agrario y pues tampoco es 100% óptimo pues al ser otra institución, ellos manejan sus propios criterios.
 
Lo crítico se empieza a ver cuando usted ya entra en la segunda y tercera ola donde ahí ya no es solamente la capacidad individual lo que se me va a ver limitado, sino el monto agregado también, porque yo no tengo la posibilidad de financiar todo mi portafolio hoy, más de unos tres o tres y medio billones de pesos.
 
Entonces eso me limita a cuántos proyectos y, de alguna manera, me limita que si yo necesito hacer algo de diversificación porque no me conviene tener el 100% de mi cartera solamente en carreteras sino también ampliarlo a aeropuertos, puertos, con el fin de tener un portafolio menos riesgoso.
 
Me va a limitar la segunda ola, la tercera y esa es la preocupación más grande, que lo de Isagen realmente si nos daba el espacio para poder apoyar, en general, todos los proyectos de las 4G y poderlo hacer en los montos que los están pidiendo, que son cerca del 20% de la deuda completa. Esa es la gran limitación que tenemos y que nos genera que la plata de Isagen no esté disponible para apalancar los proyectos.
 
Nuestro rol también es ayudar con los cierres y logramos que el resto del 80% de la plata entre a los proyectos. Entonces el efecto multiplicador es dos veces, vía apalancamiento directo y vía facilitar la entrada de otras fuentes. Por eso, para el Gobierno este es mecanismo de gran impacto que estaría perdiéndose esa oportunidad al no poderse usar la plata de Isagen.
 
Con ese escenario de no contar con los $5 billones de Isagén, qué alternativas se pueden plantear mientras se define si se vende o no.
El problema es que reemplazar cinco billones no es algo fácil. A corto plazo se puede solucionar con esta alianza con el Banco Agrario. Los 10 proyectos de la primera ola, que son inmediatos, se están trabajando bajo este mecanismo, aunque es más limitado y lento, me permite darle tiempo al Gobierno en el corto plazo.
Pero al ser el Gobierno el accionista principal de la entidad, es el que tiene que buscar la alternativa. Yo voy a hacer lo que puedo con los recursos que tengo. Ahora estoy trabajando en mi estrategia de apalancamiento donde hicimos una revisión de las calificaciones internacionales y en donde ya tenemos dos notas y con el mismo grado del Gobierno. Antes sólo teníamos una y por debajo.
 
También hemos venido trabajando con los bancos internacionales y asistiendo a todos los foros para presentar en el exterior a la FDN. La verdad no es tan fácil decir que voy a sustituir $5 billones. ¿De dónde los sacó? Por eso mismo el Gobierno se siente amarrado y en donde el análisis de alternativas no es muy amplio porque implican un mayor endeudamiento del Gobierno.
 
Con esta entrada que quiere hacer el Gobierno a la tercera ola, usted expresa que se le dificulta más la financiación…
Se me va agotando la capacidad que desafortunadamente es limitada por el patrimonio técnico. Y eso limita los recursos en la medida en que se va ampliando el número de proyectos.
 
¿Cuál sería para usted el plan B que tendría entonces los consorcios, una vez ustedes lleguen a la capacidad máxima de apalancamiento?
En este momento no hay alternativa. Eso es lo que ha dicho el Gobierno. No se puede plantear alguna alternativa. Por nuestro lado, hemos hecho estas alianzas como sustituto temporal pero no tenemos más. Es algo que el Gobierno debe seguir trabajando.
 
Ahora, uno puede abrir una pequeña capitalización de otros socios, siempre y cuando la participación del Gobierno no se ubique por debajo del 67%. Entonces ahí hay un espacio para una pequeña capitalización de unos $700.000 millones, de los $640.000 en los que estamos. Eso se podría buscar y que vamos a hacer. Pero esos son montos pequeños frente a lo que se requiere.
 
¿Qué nuevo socio o actor podría entrar en la FDN?
Con los que están, yo no creo que allá muchos más. Ese es un equipo muy bueno. Entre la IFC, la CAF y ahora la venta de las acciones de IFC al banco Sumitomo, ya queda estructurada la composición de socios. La única posibilidad es que la IFC tiene un derecho de incrementar un poco más su participación, que es posible que lo ejerza y eso llevaría al Gobierno a su mínimo que quiere tener que es el 67%.
 
¿Estaría entonces en riesgo los proyectos de infraestructura si la Financiera no se capitaliza con los recursos de Isagén?
Supongo que si. Eso es lo que ha dicho el Gobierno y es que realmente pone en jaque facilitar la financiación de las próximas olas y creo que es planteamiento claro. Yo no veo cómo hacer una sustitución fácil y mientras no se encuentre una alternativa si pondría en serio peligro la posibilidad de facilitar porque además vienen las iniciativas privadas, que son parte de las 4G. Esas iniciativas son más exigentes, en términos que hay una percepción del riesgo mayor por lo que el Gobierno no tiene las vigencias que apoyan hoy y le dan cierto tipo de solvencia a los proyectos que son de origen público.
Entonces puede llegar a ser más difícil para este tipo de iniciativas privadas conseguir este tipo de apoyo.
 
Cuál de las opciones que ha explorado el Gobierno para conseguir esos $5 billones para las vías 4G, sin vender Isagén, le suena más
Más que me parezca o que me suene una de estas alternativas es que si el Gobierno consigue esos $5 billones de otra fuente para mi patrimonio técnico, a mí no me genera ningún impacto. No es que se tenga una preferencia por una vía u otra. Al Gobierno, en cambio, no le es indiferente la fuente, como el análisis de ustedes muestran. No es lo mismo endeudarse más, con el impacto que eso traería sobre las tasas porque eso generaría un alza en todo el endeudamiento del sistema, incluidos los proyectos de vías.
 
Porque si la tasa del Gobierno, que es el referente, se sube pues todos los que nos endeudamos también veremos un alza en nuestras obligaciones, bien sea en dólares o en pesos y en eso el programa de las 4G también resultaría afectado. Y desde esa óptica, la solución (de endeudarse) tendría un efecto negativo mayor.
 
Si lo miramos en tiempo, con los recursos disponibles que tiene actualmente la FDN, cuál sería el plazo que tendría el Gobierno para definir de dónde sacará los $5 billones, bien sea con Isagén o no.
Pues mire, si yo estoy prestando en promedio $180 mil millones por proyecto, en la primera ola se me van $1,8 billones, correspondientes a los primeros diez proyectos. Frente a los $3 billones que tengo de capacidad, me quedaría $1,2 billones restantes de capacidad frente al patrimonio que yo tengo. Eso me daría para unos seis proyectos más y eso haciendo todo en carreteras y no diversificando el portafolio, que no es lo ideal para nosotros y está concebido por parte de los accionistas que nosotros en los próximos cinco años tenemos que empezar a diversificar el portafolio de cartera.
 
Me queda la capacidad de unos seis o siete proyectos que, de por sí me haría llegar a los límites. La primera ola estaría cubierta, la segunda ola estaría parcialmente cubierta.
 
¿Y la tercera ola, en el escenario actual?
No habría financiación de nosotros.
 
Eso encarece los créditos de los consorcios sino tienen su apoyo
Los dificulta, los puede encarecer y en algunos casos hacerlos inviables, dados los riesgos que tienen. Incluso, limita la entrada del mercado de capitales porque la posibilidad que empiece a invertir es gracias a nosotros, ya que elimina ciertos riesgos para poder venderla tanto en el mercado local como en el internacional.
 
¿Cómo le parece la propuesta de Justicia Tributaria de poder usar bonos de Fogafin para capitalizar a la FDN?
La verdad es que cuando uno ve la razón de ser de Fogafin y las veces que ha usado la emisión de bonos, ha sido para financiar su rol como la entidad que entra al rescate de los bancos cuando existen dificultades muy serias en el sistema financiero. Fogafin fue diseñado para eso. Entonces, yo no entendería cómo podría Fogafin, dado su objetivo para el cual fue creado, apoyarnos. Sería desvirtuar el rol de Fogafin y, de alguna manera, debilitaría la red de soporte que tiene el sistema financiero porque ese es el rol que cumple esa entidad. Y si el Gobierno usará inadecuadamente ese vehículo, empieza a crear una preocupación y un ruido innecesario al sistema. Yo no lo veo viable.

La opinión

Munir Jalil
Director de investigaciones económicas Citibank
“Sin Isagen, se debe pensar en una alternativa. Lo más sencillo sería una emisión de deuda pero eso subiría las tasas”.

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