“Sin la carretera a Medellín, no podemos progresar”

La capital del Chocó encabeza el reciente ranking de desempleo en el país, con un 18,5%. También el de adolescentes embarazadas y el de carencia de servicios públicos básicos. El liderazgo de la corrupción, que le suelen adjudicar, se lo arrebató la Bogotá de los Nule, los Tapias y los Moreno.

Cuenta, eso sí, con otra lamentable distinción: no tiene carretera decente a ninguna parte. La alcaldesa Zulia Mena cuenta que las cifras del Estado no concuerdan con las locales y que aún falta mucho para romper el círculo de la pobreza.

¿Por qué siempre Quibdó encabeza el desempleo?
Quince años atrás las familias vivían de lo que producían en el campo, pero la violencia los desplazó y acá no hay nada.

De los 114.000 habitantes que dice el Dane que tiene Quibdó, cifra que no corresponde a la realidad - nosotros calculamos que rondan los 190.000- hay 60.000 desplazados. Mucha gente está sin hacer nada y otros viven del rebusque diario.

El comercio es de los grandes empleadores y adoptó la modalidad de emplear por horas y no pagan el mínimo muchas veces. No hay industria que transforme, solo se saca la materia prima.

Pero sin carreteras, ¿para qué industria?
La carretera a Medellín es la clave. La obra está avanzando, pero se puede ir a más de cuatro años por la lluvia y las dificultades. Sin esa carretera no podemos progresar, estamos desarticulados de la dinámica nacional.

Buena parte de la economía local se mueve por el Atrato y Quibdó no tiene puerto, solo unos embarcaderos mugrosos...
Ya hay un acuerdo con el Presidente y habrá un puerto de pasajeros y otro de carga. Están garantizados los recursos. También se está haciendo un estudio de la navegabilidad del río Atrato, porque está muy sedimentado.

Pues saque todo antes de las elecciones porque en campaña dan cosas, luego se olvidan

Conmigo no, yo insisto, como un niño, hasta que lo consigo.

¿Qué hacemos para romper la dinámica de pobreza de Quibdó?
Siempre nos hemos debatido entre la esperanza y la desesperanza, hay un pueblo que lucha, que se resiste a estar en esta situación de empobrecimiento porque es un territorio rico. Y, al mismo tiempo, las condiciones de su población son empobrecidas, comenzando por sus servicios básicos. Llevamos trescientos años esperando un acueducto.

¿Cómo así? ¿No estaba ya la plata para el acueducto?
El Pacífico es donde más se ha invertido en servicios básicos, pero como los estudios no correspondían a la realidad y la zona litoral está por debajo del nivel del mar, muchas de estas soluciones, cuando se construía, no servían.

La marea o el caudal de los ríos aumentaban y se destruía todo, era dinero perdido durante muchos años. Cuando hay mal diagnóstico la solución también es negativa. En el caso de Quibdó hemos logrado con este gobierno unos recursos para llegar en el 2015 a 95% de la ciudad -estamos en 30%, operado por EPM.

En basura estamos viendo con el Ministerio de Vivienda dónde se consigue un sitio regional de disposición final, para varios municipios, porque ahora es a cielo abierto.

¿El Gobierno está llegando a su fin y aún andan buscando sitio?
Se hizo un estudio para el relleno final pero por la Aerocivil hubo que negar el concepto porque afectaba el aeropuerto. Y otra vez iniciamos el proceso.

Y ni decir de la salud, de Caprecom, principal EPS de Quibdó…
La Secretaria de Salud está intervenida y hoy hay dos plantas de personal, la que salió y los que tuvieron que contratar. Hacienda todavía no ha dado una solución a los que se fueron de cómo los va a pagar. Antes, la deuda de la Salud era menos y con la intervención, aumentó. Caprecom está intervenido y quebrado. El ministro estuvo aquí.

¿Y qué hizo?
Escuchó las inquietudes, ya tiene todo en su cabeza. Deben buscar una solución. Cuando el Presidente Uribe, trajeron Caprecom porque iba a ser la salvación y hoy estamos peor que antes. Lo de la salud acá es trágico.