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Acreencias pasaron de $62.000 millones a $56.000 millones. Así, se calcula que en ocho años la ciudad ya habría pagado los dineros.
Pese a que Quibdó es una de las ciudades con el menor índice de valor agregado del país, y con un ingreso aproximado de $1.335 millones (según el listado realizado anualmente por el Consejo de Competitividad de Ciudades y la Universidad del Rosario), el municipio estaría mejorando sus estados financieros progresivamente, gracias a la declaración de estado de quiebra que se hizo en 2017.
En 2016 las autoridades locales decidieron acogerse a la Ley 550, también conocida como Ley de Quiebra, dado que el municipio tenía deudas por más de $62.000 millones, una cifra elevada teniendo en cuenta el tamaño de la ciudad y el ingreso per capita que es de aproximadamente $11 millones, estando por debajo del promedio nacional.
No obstante, según las autoridades locales, la propuesta de pago presentada fue acogida por el Ministerio de Hacienda y por la mayoría absoluta de los 1.600 acreedores que se registraban en ese momento, reduciendo las deudas a $56.000 millones (alrededor de 9% menos), con compromiso de pago pactados a ocho años.
Este acuerdo los obligó a ahorrar en gastos, comprometer los recursos que el municipio recibe de la Nación y de la sobretasa a la gasolina en 50% para destinarlo a las deudas, así como aumentar el recaudo de impuestos sobre todo en el predial, para lo cual actualizaron la estratificación y la nomenclatura de la ciudad, entre otras medidas.
Pero la situación era tan crítica antes de eso, que según el secretario de Hacienda de Quibdó, Fidel Lemus, ni siquiera se pudo recibir los recursos para los Juegos Nacionales de 2015 y se tuvieron que donar a la gobernación del Chocó, para que pudieran ser ejecutados.
“Hubo un alto costo político porque tuvimos que mover recursos que antes eran para obras sociales y pasaron a cubrir las deudas, pero a su vez, con la disciplina fiscal reorientando rentas y el trabajo del alcalde Isaías Chalá, el resultado ha sido muy bueno”, explicó Lemus.
William Naranjo, gerente de la sociedad de economía mixta Arquímedes que desarrolla, entre otros, el proyecto del puerto de Tribugá en Chocó, dijo que el cumplimiento de esta ley no solo ha servido para procurar saneamiento fiscal, sino que le ha permitido al municipio adelantar algunos proyectos de infraestructura.
Un ejemplo es la primera fase del Malecón sobre el río Atrato, la red de cámaras de seguridad y el acueducto, cuya cobertura pasó de ser del 24% - antes de que se ejecutara el plan- al 98%. Un caso similar es el del alcantarillado, que pasó de ser del 15% al 51,1%.
Por su parte, Sabulón Mosquera, secretario de Educación de Quibdó, señaló que las inversiones en su sector superan los $120.000 millones.
Según el índice de competitividad citado, el mejor indicador del municipio se relaciona con que tiene un entorno favorable para hacer negocios y abrir empresas, ocupando el puesto número nueve, de 23 ciudades, a nivel nacional, publicado este año.
Otro índice moderadamente favorable es el de la educación media y básica, en el que se ubica en el lugar 14. En las demás mediciones la ciudad ocupa el puesto 22 o 23.
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