Planeación Nacional dejó de planear por repartir las regalías

El Departamento Nacional de Planeación (DNP) está haciendo tanto, que no está haciendo nada. Esta es la percepción que hoy tienen algunos expertos que sostienen que del “cerebro del desarrollo económico” que fue hace 55 años ya no queda sino el nombre.

Planeación ya no planea como antes y aunque su declive viene de tiempo atrás, en el gobierno de Juan Manuel Santos se le encargó llevar las riendas del Sistema General de Regalías (SGR), tarea titánica que lo ha desviado de su objetivo natural y lo ha puesto a esparcir la “mermelada” en el país.

Las cosas ya no son como lo fueron en la llamada época de oro, en los años setenta, cuando el presidente Carlos Lleras Restrepo decidió darle una enorme importancia a la planeación. En su génesis, DNP se concibió como una entidad asesora directa del Presidente de la República. En efecto, era una de las consentidas de Lleras, quien la reforzó junto con el Conpes para que actuaran como brújula de planeación.

Para esta labor, Lleras hizo borrón y cuenta nueva y decidió traer a los mejores técnicos, jóvenes que acababan de llegar al país con estudios del exterior, entre esos a Guillermo Perry, Antonio Urdinola, Antonio Barrera y Roberto Junguito. Ellos se convirtieron en los transmisores del pensamiento estratégico del Presidente y en los encargados de vigilar que pasaran del papel a la práctica las decisiones tomadas en los Conpes.

“Fue la primera tecnocracia -recuerda el ex ministro de Hacienda Roberto Junguito-. DNP tenía una enorme influencia. Es casi como sumar lo que hace hoy Planeación, más lo que hace el Ministerio de Hacienda y el Banco de la República; entonces, cuando uno compara el DNP de los años setentas con el actual, uno sí dice que puede haberse debilitado”.

Superintendencia de las regalías
El declive de Planeación no puede achacársele solo al Gobierno Santos. El deterioro se ha venido incubando desde hace varios años, pero tampoco se ha hecho mucho por cambiarlo. Al contrario, se le encomendó el SGR, misión que le ha hecho perder su norte como pensador de estrategias de largo plazo.

Reformar el sistema era una necesidad. Con la nueva Ley se buscó “esparcir la mermelada por toda la tostada”, es decir, distribuir los recursos en todo el país y no concentrarlos solo en 20% de Colombia, como sucedió con el antiguo esquema.

La mayor expectativa del año pasado era que este rol fuera el “salvador” del DNP, pero para Carlos Caballero, actual director de la Escuela de Gobierno Alberto Lleras Camargo de la Universidad de los Andes, esto no fue así, ya que pasó de ser una entidad pensadora a una ejecutora. “El Gobierno ha convertido a Planeación en una Superintendencia de las Regalías”.

El nuevo SGR ha requerido que la mitad del personal del DNP esté ocupado en ponerlo en marcha. La carga administrativa es muy grande por la tramitología. “Mientras hace unos 20 años, tenía tres abogados y 80 economistas, ahora hay como 200 abogados y 40 economistas. El Departamento Nacional de la Mermelada acabó con DNP”, dice un conocedor de la entidad.

El ausente
Esta situación ha hecho que el DNP esté ausente de discusiones importantes. “Planeación desapareció de las discusiones de fondo. No apareció en la reforma tributaria, no aparece en contrabando, ni en comercio exterior. Es inexistente”, señala un funcionario del Gobierno, quien agrega que “se pusieron a enviar muchachos, sin experiencia a las regiones a ver cómo se hacen las contrataciones públicas”.

Para Caballero, el DNP aún sigue teniendo un buen equipo de técnicos, pero otros señalan que ha perdido el papel de ser la casa de los mejores técnicos, en parte porque había un estímulo que era la posibilidad de irse a estudiar al exterior con una beca.

La pérdida de su naturaleza se ha dado en parte por el tratamiento que le han dado los propios Presidentes de la República. Muchos marcan el inicio del ocaso en el gobierno de Álvaro Úribe Vélez, sobre todo en su segundo periodo. En esos años, en aras de la politiquería, hubo poco espacio para estudios, para técnicos, y el Conpes, el foro más importante de la discusión económica, se convirtió en consejos comunitarios.

‘Un conpes no se le niega a nadie’
Otra evidencia del deterioro son los documentos Conpes, los que solía corregir con su puño y letra Lleras Restrepo, y de los que ahora se escucha que a nadie se le niega y son el gran éxito de un Ministro. “De ser rigurosos, de política, ahora son letra muerta”, afirma la ex directora del DNP y ex ministra Cecilia López.

Su gran responsabilidad, la planeación del presupuesto de inversión también se vio desplazada por las tareas administrativas. Con una chequera de $40 billones, hoy podría ser para DNP una época de oro, pero para eso proponen que otra entidad le quite el peso de regalías y que haya decisión de política que lo reconvierta en el centro de pensamiento del país.

“Políticas del PND quedaron en el papel”
Guillermo Perry, ex ministro de Hacienda, y uno de los primeros técnicos del DNP, afirmó que se pensaba que con el Gobierno Santos Planeación iba a levantar cabeza; sin embargo, no fue así. Ejemplo de esto es el Plan Nacional de Desarrollo, en el que se vio aspectos estratégicos, pero que desafortunadamente se quedaron en el papel. Específicamente se refirió a la política de Innovación, “la única locomotora verdaderamente novedosa. Ese tipo de cosas es lo que muestra cómo Planeación ha perdido mucha importancia para orientar estratégicamente la política de desarrollo del país”.

Las opiniones

Carlos Caballero Argáez
Director Escuela de Gobierno de la u. de los Andes
“Este Gobierno ha convertido al DNP en una superintendencia de las regalías. Planeación se volvió una entidad ejecutora y dejó de ser una entidad pensadora”.

Luis Fernando Andrade
Presidente de la ANI
“Tenemos una excelente relación con DNP, que ha jugado un rol muy importante en la elaboración de leyes de infraestructura. Lideró la de APP’s y salió algo muy bueno”.

Cecilia López Montaño
Ex Ministra de Hacienda y Ex Directora del dnp
“DNP fue la incubadora de la tecnocracia colombiana de alto nivel. Eso se ha perdido. Los Conpes son letra muerta, está recargado con regalías y ni siquiera es eficiente con eso”.