“Minambiente no estaba listo para asumir las consecuencias de Santurbán”

Como acertada y necesaria calificó Brigitte Baptiste la decisión del Ministerio de Ambiente de abrir mesas de concertación con las comunidades de Soto Norte. 

Demorar la decisión de la delimitación del páramo de Santurbán hasta concertar con la comunidad fue una decisión responsable. Esa es la opinión de la directora del Instituto Alexander von Humboldt, Brigitte Baptiste, organismo que participó en la medición de la línea de páramo. 

Tras el anuncio de la ministra Luz Helena Sarmiento de citar para el 12 de diciembre la primera mesa de concertación para discutir las consecuencias sociales y económicas de la decisión, la directora de uno de los centros de investigación más importantes en materia ambiental en el país, hizo pública su posición. En diálogo con Vanguardia Liberal, Baptiste aseguró que desde el Instituto ya se había realizado, meses atrás, la advertencia al Gobierno sobre las graves consecuencias que provocaría una delimitación sin tener en cuenta el componente social y económico. 

Así mismo dijo que cobrar por el consumo del agua que viene del páramo de Santurbán es la solución más efectiva para generar conciencia en la ciudad sobre el valor real del líquido y para ofrecer una verdadera compensación por la conservación que hacen los campesinos de la zona. 

¿Cómo recibieron en el instituto von Humboldt esta decisión del Ministerio de Ambiente? 
A nosotros nos parece muy bien que la Ministra haya asumido que el tema de la delimitación no es solo una línea en un mapa, por más sustentado que esté técnicamente, las implicaciones de una decisión de esas en términos sociales y económicos son muy grandes. 

Todos los escenarios que habíamos creado para la delimitación tenían sus implicaciones, y por lo estricto de la ley (las comunidades) tendrían que cambiar de actividad. 

¿Desde el Instituto ya se había hecho alguna recomendación de este tipo? 
Lo veníamos haciendo desde hace ya un buen tiempo, nuestra actitud era siempre mostrarle al Gobierno que era preciso prever las consecuencias de la delimitación y hacer un manejo integral y responsable y diseñar un mecanismo de gobernabilidad para que las cosas funcionen bien. 

Esto debió haberse hecho antes pero no estaban muy claras las condiciones del escenario, por eso se demoró un poco la decisión. 

¿El Ministerio les ‘hizo caso’ a las propuestas de ustedes desde lo técnico y social? 
Sí, sin duda y la delimitación de la línea de páramo va a ser más grande que la del parque regional (11.700 hectáreas), pero sobre todo porque unas grandes extensiones de páramo no habían sido tenidas en cuenta, es decir, esta decisión va hasta el norte y va hasta la región de la vertiente oriental en Corponor de Norte de Santander. 

Los estudios fueron revisados por el ministerios y viendo los escenarios fue necesario aplazar el anuncio y entrar al diálogo con las comunidades. 

¿Cuál es la razón para darle tiempo a la entrada en marcha de la línea de páramo en Santurbán? 
Si la gestión ambiental se vuelve motivo de más conflicto social no vale la pena, se pierden oportunidades y hay que dar espacio al diálogo. 

Creo que el Ministerio no estaba preparado para afrontar las consecuencias del acto administrativo, no había previsto todas las implicaciones que tiene algo de esta naturaleza. Por ejemplo, en el páramo de Berlín, sea cual sea la línea que se trace, habrá actividades económicas que hay que manejar, el proceso entonces hay que construirlo con la comunidad. 

¿Esto no deja en vilo a todo el país?, ¿no termina siendo como poner ‘la reversa’? 
Lo que la Ministra dice, que es correcto, es que la delimitación ya está definida pero hace falta afrontar lo que viene con esa decisión, y estoy de acuerdo en que no se puede ser irresponsable, independientemente de cualquier línea técnica que el Ministerio quiera considerar. 

La versión de los mineros y campesinos es que con la delimitación es posible que vuelva la ilegalidad y la violencia en esa zona. ¿Será que la medida cobijará a todos los actores o estamos a las puertas de un problema mayor? 
Creo que la medida es muy sana y seria. Además, el país tenía que entender, tarde o temprano, que la conservación tiene que compensar adecuadamente a las personas que se ven involucradas en la protección ambiental. Siendo Santurbán la primera área en la que se va a hacer este ejercicio, hay que hacerlo muy bien. Los otros 33 complejos de páramo también entrarán en la misma dinámica. Hablar de compensación debe hacerse, pero con cuidado y efectividad. 

En los últimos días se ha especulado en la ciudad sobre un posible cobro extra en la tarifa del agua como forma de compensación ambiental, ¿esa es la mejor manera de hacer rentable la conservación? 
Sí, porque funciona en muchas partes del mundo. Las tasas ambientales aplicadas a través de las empresas de servicios públicos son la forma más eficiente de distribuir la carga económica. Lo que requiere es un ejercicio riguroso y bien armado de la mano de un mecanismo institucional estable de información y consulta. 

Así mismo, es una manera de hacernos entender a todos que tenemos que invertir en la conservación de nuestros páramos.