Pilotos de investigación de fracking iniciarán en Cesar y Valle Medio del Magdalena

La industria petrolera está a la expectativa sobre cuál será el paquete regulatorio que se tendrá que seguir para la ejecución de los primeros proyectos pilotos de yacimientos no convencionales en el país. Tras la expedición del Decreto 328 de 2020, y a la espera de los reglamentos técnicos y ambientales de los Ministerios de Minas y Energía y de Ambiente, gremios del sector estiman que a partir del próximo año se iniciarían las pruebas en dos zonas con alto potencial: la cuenca Cesar Ranchería y el Valle Medio del Magdalena.

Aunque en la última semana la expedición del documento ha generado voces a favor y en contra, desde la industria se confía en que la ejecución de estas pruebas estará subeditada a las condiciones establecidas en el Decreto. Ahí quedó pactado que se tendrán que cumplir tres etapas principales, con el objetivo de que las empresas interesadas puedan solicitar su licenciamiento ambiental.

Así, y tras realizar mesas territoriales de diálogo y seguimiento, los petroleros tendrían luz verde para iniciar los primeros pilotos, que ya cuentan con un poco más de US$650 millones para su ejecución, según la Asociación Colombiana de Petróleo (ACP).

“Es importante que existan y se continúen generando las condiciones para su implementación. En ese sentido, para la industria del petróleo y gas, este Decreto, que fija los lineamientos de los proyectos piloto integrales de investigación, es un paso en la dirección correcta porque nos permitirán generar conocimiento técnico y científico sobre la técnica”, explicó Francisco Lloreda Mena, presidente de la ACP.

El directivo confirmó que si la exploración muestra que los proyectos piloto son viables, se pasaría a una etapa de desarrollo, que, en términos de inversión, “podría alcanzar US$5.000 millones anuales, una cifra que equivale a 2% del PIB colombiano”.

Ecopetrol, Drummond, ConocoPhillips y ExxonMobil serían las cuatro primeras compañías que le apostarían a las pruebas, si logran cumplir las condiciones. En el caso de la petrolera estatal, por ejemplo, ya se tiene un monto cercano a US$140 millones para toda esta fase experimental. Si bien ya están haciendo fracking comercial en Estados Unidos, junto a Oxy, siguen a la espera de los lineamientos nacionales para trasladar toda su experiencia al territorio nacional.

A diferencia de las expectativas de sus pares, es de resaltar que Ecopetrol también ve un alto potencial de YNC en el Catatumbo. Esto, debido a que, según dicen, hay un alto potencial para la extracción de gas.

“Las empresas continúan adelante y se esperaría que para comienzos del año entrante pueda darse la ejecución inicial de los pilotos. Para eso se debe crear un centro de transparencia para que se compartan todos los avances del proceso”, explicó Carlos Leal, presidente de la junta directiva de Acipet.

Pese a que se prevé que en los próximos días inicie toda la fase de reglamentación, desde la otra orilla de la discusión continúa el rechazo a la técnica. Según Amarilys Llanos, ambientalista del Cesar, todavía no se contempla una la licencia social, por lo cual no se cumplen las condiciones establecidas por el Consejo de Estado. Y si bien dice que falta diálogo en los territorios, desde la industria se añade que todas las mesas estarán disponibles para que se logre un consenso este año.

¿Por qué la técnica es una opción para garantizar la autosuficiencia?

Los 9,8 años de reservas de gas (3.782 giga pies cúbicos) y los 6,2 años de petróleo (1.958 millones de barriles) hacen que el Gobierno continúe buscando nuevas fuentes de abastecimiento. Aunque ya está trabajando en impulsar la exploración costa afuera y en asignar nuevos contratos, de implementarse la exploración comercial con fracking se aumentarían hasta en 7.500 millones de barriles las reservas de crudo.