Ley de licores dejaría a Antioquia como la región más afectada

El debate se ha volcado hacia los departamentos que se verían más afectados y que por cuenta de sus ingresos en licores son Antioquia y Cundinamarca. 

El mercado de los licores, en particular el de aguardientes, rones y aperitivos no presentó un buen balance en 2015. Las licoreras reportaron una reducción de 27,7% en las ventas que hicieron al cierre de 2015, representadas en 63,07 millones de botellas de aguardiente, (750 cc), siendo Cundinamarca y Antioquia las que más vendieron, aunque con reducciones. 

En el caso de Cundinamarca, se vendió 0,6% menos, alcanzando 20,6 millones de botellas, mientras que en Antioquia se vendieron 10 millones de botellas, con una fuerte disminución en las ventas llegando a 61,1%, según los datos de la Asociación Colombiana de Empresas Licoreras, Acil. 

Si hablamos del ron, aunque no hubo caída en las unidades que se comercializaron, el panorama tampoco es alentador, pues no hubo un aumento significativo. 

Se vendieron en todo el año pasado, 26 millones de botellas, con un incremento de 5%, siendo Antioquia el que más vendió (6,7 millones), aunque reduciéndose 17%, siendo el de mayor reducción. 

Si se toman estas cifras de las unidades de botellas vendidas y se multiplican por los precios promedios que EConcept presentó el año pasado. Se tiene que en aguardiente se vendieron $1,48 billones ($23.516 por una botella de 750 c.c), y en ron las ventas serían de $858.000 millones ($32.970 para una botella de las mismas proporciones). Así se está hablando de un mercado que mueve más de $2,5 billones si se cuentan aperitivos y otros licores.

A pesar del menor mercado, la Fábrica de Licores de Antioquia reportó al 31 de agosto de este año ventas por $499.000 millones, 53%  más que en el mismo periodo del año pasado. 

Las transferencias por su parte alcanzaron los $394.000 millones, cuando en los primeros ocho meses de 2015, fueron $225.000 millones. 

Así las cosas, el gerente de la Fábrica de Licores de Antioquia, Iván Correa, cree que el impacto que tenga la ley solo se podrá medir una vez se sepa cómo va a quedar todo el articulado. “Hay que esperar que una vez el proyecto sea ley para realizar los análisis en cuanto a incrementos o no he impactos al consumidor”, dijo Correa, quien sugirió “mantener el monopolio de los licores con una regulación clara para todos” 

Diego Pardo Villa, el presidente de Sintrabecolicas, dijo que hay un hueco de 120 millones de unidades (entre rones y licores) que se han dejado de facturar, “lo cierto es que no se han dejado de consumir, y es un mercado que se ha cedido al contrabando”. 

Con el proyecto de ley el monopolio rentístico tendría modificaciones, permitiendo a cada departamento mantenerlo o no y qué tanto se incrementa la participación de productos, por encima del impuesto al consumo, según ha explicado el Ministerio de Comercio. 

Al tiempo que los gobernadores podrán elegir si los licores se producen en su licorera o a través de una tercera, así como escoger los montos de explotación. Cabe recordar que ya hay varios casos donde los licores insignia de los departamentos son hechos en otras regiones (ver gráfico).

Para el líder del sindicato, esto es una clara afectación al monopolio rentístico, al favorecer los productos que traen empresas como Diageo o Pernord Ricard, que según él son los grandes importadores de bebidas alcohólicas al país. 

“Al menos al aguardiente se le dio una salvaguarda de seis años, para que se adapte a las nuevas condiciones que trae el proyecto de ley, aunque preocupa la desprotección total al ron colombiano, producto que representa más de 30% del mercado nacional, al que ni siquiera se le brindaron las salvaguardas otorgadas al aguardiente”, dijo Villa. 

La preocupación de esta iniciativa del Ministerio de Hacienda también recae sobre regiones como Boyacá, donde cerca de 70% de los ingresos que recibe el departamento vienen de los licores, lo que de llegar a ser aprobada la ley, estos recursos se reducirían y “volcaría a los consumidores a bebidas artesanales, como la chicha”, según el senador Rigoberto Barón. 

A pesar de esta fuerte oposición, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, insistió en que el proyecto “es necesario para el país pues va a permitir más recursos para la salud y disminuir el consumo de productos que hacen daño”, al tiempo que aseguró “que se protege a las licoreras del país y que se le da un carácter especial al aguardiente, que tiene protección absoluta”. Con esta iniciativa, Minhacienda ha explicado que espera aumentar en 20% el recaudo de impuestos para los departamentos, llegando a $1,7 billones. 

Otra parte de las críticas que ha recibió este proyecto tiene que ver con incluir al vino dentro del proyecto de ley. La propuesta del plantea que los vinos lleguen a aportar 35% de sus ingresos en impuestos, distinto de 9% que se paga hoy en tributos. 

Así, las ganancias de cada botella de vino, bajarían de 60% ($30.000 por cada botella de $50.000) a 34%, equiparándose con el mismo porcentaje a los impuestos.

Las opiniones

Iván Correa
Gerente de la Fábrica de Licores de Antioquia
“Se hace necesario regular muchos otros aspectos con el fin de dejar reglas claras para todos para el mercado de los licores en el país”. 

Diego Pardo Villa
Presidente de Sintrabecolicas
“Con los aumentos propuestos nuestros licores van a tener menor rotación, por lo que el recaudo departamental será mucho menor”.