Las nuevas tiendas de experiencia son la apuesta cafetera

Si la caficultura nacional pudiera mirarse en el espejo vería dos caras: la sonriente del cultivador más famoso del planeta -Juan Valdez, que ya llegó con sus tiendas al Oriente Medio y está en más de 70 países del mundo-; y la ‘destemplada’ del cafetero común que hoy depende de los subsidios del Estado, criticados por analistas económicos, para que su negocio no sea inviable.

La primera, que parece tener un mercado próspero en productos innovadores y personalizados, busca seguir expandiéndose por los continentes y enfila baterías para enfrentar, no sólo la competencia mundial, sino también la que se le viene encima con Starbucks en Colombia. Precisamente, el gerente general de la Federación Nacional de Cafeteros, Luis Genaro Muñoz, le dijo a LR, que en próximos días se abrirá la primera tienda experimental, un formato especializado en el cual el consumidor podrá vivir, participar y opinar del tema cafetero.

Y la otra cara, la ‘destemplada’, se verá hoy, en el LXXIX Congreso Nacional de Cafeteros, que cierra un año crítico para la actividad y la institucionalidad , y en el cual el gremio le pedirá al Gobierno mejorar el ingreso al cultivador -lo que se traduce en auxilios directos-, crédito agropecuario y fertilizantes menos costosos, que les permita ser competitivos.

¿Cómo se está adaptando la producción nacional a los nuevos modelos de consumo?
Sin duda los hábitos de consumo mundial de café han cambiado. El principal cliente era el tradicional filtro de tela. Hoy hay nuevas generaciones y un mercado que quiere ver productos diferentes, mucha innovación, lugares más adecuados de consumo y formatos de vida moderna y ligera a la hora de preparar café. Esa tendencia de monodosis bien sea cápsulas, en pods etc., es la tendencia de enorme crecimiento de los mercados y allí, ya arrancamos por la vía de los pods de Juan Valdez y seguimos innovando y desarrollando en productos que llegarán a Colombia y llevaremos a todas las latitudes donde va a estar el café nacional.

¿Es la monodosis el futuro del consumo?
Un gran futuro del consumo está por ahí. Hay otros como el barismo, la experiencia de preparar, de moler, de estar en un lugar agradable, de aprender y de participar en una experiencia de café. Y aprovecho para decir que vamos a abrir en estos días (este mes) en la Zona G en Bogotá, una tienda experimental donde uno puede disfrutar, participar y opinar. Ese es un mercado muy poderoso. Si hoy vemos las cifras del mundo los cafés de alta calidad y el desarrollo de tiendas especializadas crecen tres veces más.

¿Starbucks ayudará a incrementar el consumo en Colombia?
La llegada de Starbucks para Colombia es muy interesante. Al mercado nacional le conviene mayores actores e implica que los que ya estamos establecidos repensemos la estrategia, innovemos y quizás nos movamos más rápido. Es un reto y desafío que va en dos direcciones: hacer mejor la competencia y tender a ampliar el consumo interno.

Las tiendas experimentales que usted anuncia, ¿buscan enfrentar esa competencia?
Es parte de la estrategia, claro. Los formatos de tiendas también han ido cambiando por los nuevos conceptos más innovadores que incluyen al cliente como parte de la experiencia. No necesariamente es seguir el camino de la competencia, en el sentido de que es un lugar de descanso entre el hogar y el trabajo. El concepto que queremos avanzar va más allá. Le vamos a apostar a un formato exitoso y lo que tiene éxito se replica.

Pero parece que la caficultura tuviera dos caras: la de Juan Valez y la realidad del campo...
Recojo una frase del presidente Santos: “Colombia debe hacer de cada campesino un próspero Juan Valdez”. En este momento histórico, en el cual Colombia le volvió la mirada al campo, que se está cerca de firmar la paz y se discute un Pacto Nacional Agropecuario, es hora de buscar políticas, no sólo desde los textos, sino desde los presupuestos, que hagan posible que coincida la cara de Juan Valdez con la de todos los campesinos de país.

En ese sentido ¿qué van a discutir y qué le pedirán hoy al Gobierno en el Congreso?
Los puntos se refieren al ingreso del productor y cómo discutir de verdad una política que lleve mayor estabilidad a la caficultura y al agro en materia de precios. Es un tema de justicia social y la discusión debe darse. También, cuáles son los costos, mientras se recupera o se construye la infraestructura del país, que no deben imputarse al productor. Si a Colombia le cuesta el doble, que a los países de la región, llevar el fertilizante del puerto a las fincas, ese es un costo que no debe adjudicarse al productor. El tema del crédito también estará y queremos revisar y profundizar en las ocho propuestas de los cafeteros que esperamos, se tengan en cuenta en la discusión del Pacto Nacional Agropecuario.

Usted está defendiendo mucho los subsidios, ¿hasta cuándo son defendibles?
Cómo no voy a defenderlos si es el 40% del ingreso del productor. La bola de cristal, quién iba a pensar, hace dos años el café internamente lo pagábamos a $1 millón la carga, hoy estamos en menos de $400.000. Así como hay ciclos de precios bajos hay ciclos de precios altos. Yo le apuesto a que ya llegan altos y mientras tanto hay que mejorar la competitividad. En épocas de bajos precios que coincidan con factores de competitividad de país, eventualmente ayudar directamente en el precio es inteligente.

¿En cuánto estima la producción en 2014?
Las barbas no se apuestan dos veces y a la hora de hablar de producción este año vamos a estar más cerca de los 11 millones de sacos, que de los 10,5 millones. El próximo año, obviamente quitando el tema del clima, es también normal que la nueva estructura productiva de la caficultura dé cifras superiores. Espero que por lo menos tengamos otro 30% de incremento en la productividad.

¿Cómo dirigir un gremio cuyas bases siguen descontentos con su gestión?
Estar en contacto directo y permanente con el caficultor, que es lo que he hecho para entender mejor lo ocurrido en febrero pasado, las causas de raíz de la protesta y cómo mejorar personal e institucionalmente, es quizás el pasaje de mi vida más interesante. Los cafeteros siempre, todos los días, decidirán quién maneja la Federación o quién es su gerente, para eso no se necesita un congreso extraordinario. Así que si bien la barba se pudo apostar, pues la cabeza bien puesta hay que ganársela todos los días.