La licitación de la planta y el gasoducto de Buenaventura saldría en dos meses

La caída en la producción de gas en algunos bloques tradicionales del país estaría acelerando la licitación de la Regasificadora del Pacífico y el Gasoducto Buenaventura-Yumbo. Con la declinación de los campos Cupiagua, Cusiana y Ballena, la Unidad de Planeación Minero-Energética (Upme) estaría ultimando los detalles para que a más tardar en dos meses se publiquen los pliegos finales de los proyectos, que saldrán a convocatoria con el objetivo de que entre 2023 y 2024 ya estén en operación.

Los dos nuevos complejos tendrán una inversión total de US$600 millones, según lo confirmó el director de la Upme, Ricardo Ramírez. “Esperamos que en cuestión de un mes o dos esté listo este tema (...) En el último trimestre saldría esa licitación y la idea es dar entre seis y nueve meses para la generación de las ofertas”, dijo el directivo.

Para la construcción de la Regasificadora se destinarán un aproximado de US$350 millones, mientras que para el Gasoducto serán US$250 millones. De acuerdo con las estimaciones de la entidad, el primer complejo tendrá una capacidad de regasificación de 400 millones de pies cúbicos (Mpcd) y un almacenamiento de 170.000 metros cúbicos de gas natural.

Con el fin de mejorar la operatividad del sistema, los dos proyectos operarán de manera conjunta. En este proceso, la planta regasificadora será un respaldo y complemento de la producción nacional, por lo que convertirá el gas licuado en natural para su distribución. Desde allí, el gasoducto irá de Buenaventura a Yumbo y conectará con ductos de menor diámetro que irán hasta Vasconia, Quindío. Se espera que con la entrada en funcionamiento, se pueda brindar mayor confiabilidad al sistema.

Pese a que los dos proyectos se complementarán, por ejemplo, con el terminal de regasificación Spec, en Cartagena, aún es necesario garantizar la oferta con el producto local. Así lo consideró Orlando Cabrales Segovia, presidente de Naturgas, quien aseguró que “es preferible garantizar la oferta con la producción del país. Sin embargo, las plantas de regasificación son un respaldo y un complemento importante. Creemos (que esta terminal) debe estar ubicada en el sitio donde sea más eficiente económicamente para asegurar el precio más competitivo para el usuario”.

A la par de este comentario, el presidente del gremio hizo un llamado, a su vez, para que el Gobierno Nacional dé las señales adecuadas para que las empresas térmicas que operan en el interior del país sustituyan diésel por gas natural.

Todas estas alarmas del sector, junto a la aceleración del proceso de esta licitación, obedecerían a la autosuficiencia en materia de gas que presenta el país. Esto debido a que si bien las reservas llegan a 9,8 años, con 3.782 giga pies cúbicos, los escenarios altos y medios de la Upme señalan que se podría llegar a un déficit a mediano plazo y largo plazo, el cual se supliría con nuevas terminales o más exploración y producción, o con una mayor importación de este hidrocarburo.

Los otros proyectos que garantizarán la operación eficiente del sistema

A la par que se trabaja en esta licitación, la Upme ha identificado algunos pequeños proyectos que serían complementos en el sistema para garantizar la oferta a mediano plazo. Se trata de la bidireccionalidad Yumbo- Mariquita; la construcción de ‘Loop 10, Mariquita - Gualanday’; la bidireccionalidad Barrancabermeja - Ballena; la bidireccionalidad Barranquilla - Ballena; y el compresor ramal Jamundí - aguas abajo del nodo Pradera. Se prevé que el ingreso al sistema de varios de estos proyectos inicie a partir de 2020 y vaya hasta 2024.