La industria naranja mueve al año unos $18 billones

El dinero que gastaron los colombianos en recreación y cultura fue una parte importante en la economía, si se tiene en cuenta que este nicho creció 2,2%, por encima del gasto total de los hogares, mientras que el consumo dedicado a restaurantes y bares lo hizo en 2,5%. 

Estas cifras hacen parte de la llamada “economía naranja”, que recoge el desarrollo y consumo de actividades relacionadas con la creación de contenidos, la comunicación gráfica, música y gastronomía, entre otras. 

Esta industria mueve cerca de 3,3% del PIB según cifras de la Ompi lo que significa un monto de $18 billones anuales. El senador Iván Duque, promotor de la recién sancionada “Ley Naranja”, que busca unificar esfuerzos públicos para promover la creatividad se basó en estos cálculos para plantear la tesis.

Si se tiene en cuenta las actividades de recreación favoritas de los colombianos, el consumo de cine y de conciertos fueron las que más se destacaron, tal como indica la más reciente encuesta cultural del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane).

En el caso del cine, fueron 61 millones de espectadores los que asistieron a una función, cifra que arrojó una variación de 4,4%, en línea con la apertura de nuevas salas de cine, llegando ya a 878 espacios cinematográficos en el país. 

Nada más en Bogotá, el gasto en cine superó los $108.300 millones en 2015, según cálculos de ProBogotá, lo que se vería representado en 22,8 millones de espectadores de cine. Datos de Cine Colombia ubican a Medellín (6,1 millones) y Cali (5,9 millones) como las otras capitales cinéfilas de Colombia. 

Para el director del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, Ramiro Osorio, esta tendencia se explicaría porque “hay una nueva generación que demanda, porque está mucho mejor formada, más abierta al mundo, es más conocedora y quiere también una oferta cultural de excelencia”. 

Los conciertos por su parte, representaron 30% de las actividades con más recurrencia, según el Dane, lo que representa importantes ingresos para la mejora de los espacios culturales, gracias a la Ley de Espectáculos lo que, para Osorio, “ha representado unas inversiones importantes”. 

“Gracias a esos recursos, los teatros de las artes han tenido en los últimos cuatro año una inversión sumamente considerable, la ley establece que esos recursos se pueden aplicar en dotación de las salas, rehabilitación física y adquisición de salas, lo que ha cambiado la infraestructura”, dijo el experto. 

Las empresas de entretenimiento

La oferta de entretenimiento y cultura crece en una dimensión directa con las exigencias de los públicos. 

Al revisar los ingresos operacionales de la producción de televisión, radio, cines, operadores de televisión por cable, centros comerciales, ferias o eventos como conciertos y los equipos de fútbol, estos ascendieron hasta los $23,3 billones el año pasado. 

Un estudio de la Cámara de Comercio de Bogotá (CCB) encontró que entre 2012 y 2015 se realizaron 2.303 espectáculos musicales en la ciudad, casi la mitad del total del país. En 2015 los ingresos de la música en vivo fueron equivalentes a US$29 millones en Bogotá, con regalías que sumaron US$5,04 millones. 

Luz Ángela Castro, directora para Colombia de Ocesa, destacó que esta industria “ha mostrado ser un motor en el crecimiento económico”, de la mano con el cuarto de hora que vive el país para recibir artistas de talla mundial. 

Sin embargo, contrario a lo dicho por Osorio, Castro llamó la atención sobre la falta de infraestructura para eventos masivos, lo que limita el crecimiento de este sector. 

“El tema es que hay una ley de contribución parafiscal, que en teoría dice que la contribución se reinvierte en la infraestructura de cultura con los ingresos y si bien se han hecho cosas, no hay una planeación estratégica de la Alcaldía, que puede ser un problema de ajustes en la implementación”, dijo. 

Otros sectores culturales y de entretenimiento en el país también tienen un crecimiento importante. La asistencia a ferias, arroja participaciones de 25,7% en el consumo cultural. 

De igual manera, el teatro y la ópera, junto con las exposiciones de área, tuvieron desempeños destacables, que llegaron hasta 17% según el Dane. 

El llamado de los expertos es no ver la creatividad como una oportunidad de negocio, sino como una actividad empresarial que puede perdurar y que merece ser cuantificada.

Bogotá, el motor de la creatividad en Colombia

Los bogotanos gastaron cerca de $0,5 billones en entretenimiento en 2015 según ProBogotá y sin embargo, el potencial supera $1 billón en los próximos años. En relación con las empresas que hacen parte de esta industria, la CCB destacó que Bogotá “recoge 92% de los servicios creativos del país, 90% de las productoras audiovisuales, 73% de las empresas de contenidos digitales, 55% de los estudios de videojuegos, 65% de las empresas de comunicación gráfica, y 40 % de la industria de música en vivo del país”, entre otras cifras. 

Las opiniones

Ramiro Osorio
Director Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo
“La generación interna de recursos va aumentando sistemáticamente, porque hay más público y tiene que ver mucho con la oferta artística”.

Luz Ángela Castro
Directora para Colombia de Ocesa
“Esto es un círculo que da compensación más allá de la económica y es que se suben los niveles de felicidad de las personas”.