“El sur del país necesita armar un bloque”, dice Ariel Rincón

A la región Caribe le salió competencia. También el sur del país quiere unir sus voces para exigir sus derechos ante la Casa Nariño con más potencia.

Para afinar el coro y escribir bien las letras de peticiones y propuestas, la dirigencia política y empresarial de nueve departamentos -Huila, Caquetá, Nariño, Putumayo, Cauca, Amazonas, Meta y Guaviare, más Valle del Cauca- se reunirá en Neiva a finales de noviembre. Ariel Rincón, presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Neiva explica la necesidad de esta operación en bloque para tener mayor efectividad en temas como la competitividad, las inversiones, proyectos de infraestructura, educación y el desarrollo en general de esa zona del país. Así como de las proyecciones de crecimiento, las dobles calzadas de la cuarta generación y el hecho de que el talento nacional siga prefiriendo estar afuera que en su país.

¿Por qué incluyen al Valle?
Por la conectividad de la salida de Venezuela al Pacífico y la conexión de esa vía para el desarrollo agropecuario de la altillanura. Nos interesa tener al Valle del Cauca, que ha demostrado interés por dicho proyecto vial, porque si se hace, por ahí pasará mucho progreso.

El sur, quitemos el Valle del Cauca, ¿tiene vocación agropecuaria?
Por supuesto, pero el sur es una de las regiones de mayor atraso. Usted va a mirar la infraestructura, y las dobles calzadas casi no existen.

Dicen que la Cuarta Generación cambiará ese desequilibrio...
Pues suena muy bien, pero las dobles calzadas son tramos muy pequeños. Por ejemplo, la concesión Neiva-Santana (Putumayo) son 422 kilómetros y en la práctica serán veintidós kilómetros de doble calzada, entre Neiva y Campoalegre. Las inversiones en el sur del país son muy escasas y lo que necesitamos es armar un bloque con la dirigencia pública y privada para tener mayor capacidad de presión y para hacer una agenda común de problemáticas pero también de soluciones.

¿Que no sea cada uno con su carpetita bajo del brazo tocando puertas en Bogotá?
Necesitamos lograr decisiones políticas importantes. Cuando hablamos de doble calzada, ¿por qué no hacerla de Girardot hasta Santana? Se trata de pensar juntos proyectos de desarrollo de largo aliento y no estar proponiendo poquitas cosas en cada departamento. Es aumentar la capacidad de gestión y de negociación con el gobierno central de una región que le apuesta a la paz pero donde están los mayores problemas de conflicto. Hay que hacer cosas contundentes que cambien la vida de la región.

¿Cómo imagina ese sur de aquí a veinte años?
Nos tenemos que imaginar ese sur productivo, pero ¿cómo va a ser la industrialización del sector agropecuario? ¿Qué vamos a hacer? ¿Qué vamos a sembrar para ser competitivos? ¿Qué infraestructura necesitamos? Debemos hacer como Brasil, traer experiencias (de otros lados). Inclusive Ecuador, que estaba mucho más atrasada en materia vial hace una década, ahora es distinto. ¿Por qué nosotros no podemos soñar?

En materia agrícola, ¿ven un futuro de asociaciones de gran empresa con el pequeño campesino como en Vichada?
Bienvenida la inversión pero sin lesionar a la gente ni al medio ambiente. Este es un proceso inclusivo en el que queremos involucrar a la gente.

Uno de los problemas del sur es una marcada cultura de la informalidad y la ilegalidad...
Es también falta de presencia institucional del Estado y la gente no se deja morir de hambre. Son regiones olvidadas, por eso tenemos que ponerle toda la atención al sur porque si no va a seguir exportando terrorismo, cultivos ilícitos. Los problemas se resuelven con inversión estratégica.

¿Qué necesitaría la industria piscícola, clave en el Huila, para ser competitiva?
Ya lo somos, llegamos al mercado de Estados Unidos con exportaciones de diez mil toneladas año y esperemos que con el espejo de agua de Timbo, la producción pueda aumentarse en un 40%. Pero tenemos que pasar del filete fresco, en un proceso de ciencia y tecnología, al preparado, que le de valor agregado. Lo que no veo en el sector agropecuario es una política integral.

Es que es la política del subsidio, uno grita, le dan un poco, grita de nuevo y recibe más...
Como ha reconocido el gobierno, ha habido un descuido hacia el sector agropecuario porque no ha habido una política integral de apoyo.

Hay una fuga de cerebros, los jóvenes preparados se van...
¿A qué se van a regresar los muchachos que estudian por fuera si no tienen oportunidades en su tierra? Necesitamos pensar en todos estos temas: competitividad, productividad, empleo, post-conflicto. El gobierno tiene que tomarlo con la mayor importancia, es obligado que mire hacia el sur con generosidad porque, si no, se le va a devolver. Entrevista de Salud Hernández-Mora a Ariel Rincón, presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Neiva.