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José Ignacio López, Carolina Soto y Diego Guevara
Diego Guevara, exministro de Hacienda, Carolina Soto, ex codirectora del Banco de la República, y José Ignacio López, presidente de Anif, enviaron mensajes a los precandidatos
En el marco del Congreso de Minas en el panel del 'Devenir de la economía nacional y la geopolítica' quedó sobre la mesa una conclusión clave: el sector bioenergético en Colombia sigue careciendo de una hoja de ruta clara que oriente su desarrollo.
Si bien en los últimos años se han dado pasos importantes en la reconciliación entre las comunidades y la actividad extractiva, aún persiste el desafío de construir una visión compartida que trascienda coyunturas políticas y asegure competitividad a largo plazo. La expectativa está puesta en que, de cara a las definiciones políticas y económicas del próximo año, se logre consolidar ese camino que dé confianza tanto a las comunidades como a los inversionistas.
Diego Guevara, exministro de Hacienda, envió un mensaje a los precandidatos pues subrayó que el sector bioenergético y minero seguirá siendo determinante para las finanzas públicas de Colombia en el marco de la transición energética. “Entre 10 y 20% de los ingresos fiscales del país provienen del sector bioenergético. Por eso, cuando hablamos de transición, tenemos que hablar también de transición fiscal, porque es fundamental para la estabilidad de las cuentas públicas”, afirmó.
El experto señaló que, aunque es necesario avanzar en una política energética más limpia, el país no puede dejar de lado los ingresos que generan los llamados minerales estratégicos. “Podemos hablar de una minería de menor daño, porque serán justamente esos sectores los que seguirán aportando recursos brutos a la Nación. El cobre y otros minerales asociados a la transición son esenciales, y ahí Colombia tiene una oportunidad clave”, explicó.
Guevara también advirtió sobre los riesgos macroeconómicos de una transición energética mal planificada. A su juicio, enviar señales de confianza al sector será fundamental para evitar vulnerabilidades. “El principal riesgo macroeconómico de la transición no está solo en las emisiones locales, sino en el impacto que pueda tener una alta demanda de minerales sin una estrategia fiscal clara. Los minerales del futuro, pero también los del presente, deben ser parte de la solución para blindar la estabilidad económica del país”, puntualizó.
Por su parte, Carolina Soto, excodirectora Banco de la República, explicó que los candidatos deben identificar las barreras que impiden que el sector minero crezca. "El cambio de la regulación es vital para que permita evitar el desarrollo del sector", dijo.
Y agregó que en definitiva es necesaria una continuidad, "buscar el consenso con los candidatos a presidencia, también con los congresistas, muy importante con las sociedades y con las comunidades de que esta nivelidad puede ser colectiva no solo para crecimiento, sino para el progreso de las comunidades".
La excodirectora Banco de la República aseguró que "nos están percibiendo como un país más riesgoso, que no cumple la regla fiscal y tenemos gobierno decidió relajar el gasto. Lo importante es que se tenga credibilidad de que se tendrá un ajuste".
José Ignacio López, presidente de Anif, destacó que el sector minero, y en particular el cobre, puede convertirse en uno de los motores de crecimiento más relevantes para la economía colombiana en los próximos años. “Yo diría que los precandidatos podrían decir: acá hay dos o tres reformas titulares si dejamos que este sector prenda el motor a toda velocidad”, afirmó.
López recordó que desde Anif se han realizado ejercicios que muestran el potencial del país en este mineral estratégico para la transición energética. “Nuestros cálculos hablaban incluso de US$6.000, US$8.000 y hasta US$10.000 millones en potencial en la próxima década. Ahí está una o dos reformas titulares”, aseguró. El dirigente gremial fue enfático en que el camino no es aumentar los impuestos con la misma capacidad de producción, sino pensar en apuestas estructurales de largo plazo.
Significa que disminuyeron 0,2% en el décimo mes del año frente a 2024. Por este concepto, al país le ingresaron US$4.300,5 millones
Por actividad económica, las ventas automotrices y de automotor tuvieron la mayor participación con 26,5% por $5,8 billones
Esta prestación pasó de $61.500 en 2010 hasta $200.000 en 2025. Requisito para acceder a ella es no ganar más de dos mínimos