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Entidad criticó que dineros no se estén destinando directamente a proyectos ambientales.
Como parte de la política del Estado colombiano para mitigar el impacto que tienen las industrias en el medio ambiente, el año pasado se generaron dos gravámenes: los impuestos al carbono y a las bolsas plásticas. A pesar de que a la fecha las medidas ya han arrojado sus primeros resultados, la Contraloría General de la República cuestionó el uso que se está dando al recaudo de estos tributos.
El primero de estos busca reducir las emisiones de gases efecto invernadero producidas por el consumo de combustibles fósiles y se refleja como un valor adicional en el precio de los combustibles para el consumidor final; el impuesto al consumo de bolsas plásticas, por otra parte, pretende desincentivar el uso de estas y se aplica a cada bolsa que los establecimientos entregan a los consumidores.
El ente de control criticó el bajo nivel de retribución que tiene el sector ambiental sobre estas medidas y aseguró que "existe un alto grado de incertidumbre sobre su efectividad". De acuerdo con cifras de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian), por el primer concepto, con corte a noviembre de 2018, se han recaudado $294.000 millones, mientras que al 30 de junio del año pasado el impuesto a las bolsas plásticas le había dejado al país $14.510 millones.
Los dineros recaudados con el impuesto al carbono, establecido por medio de la Ley 1930 de 2018 o 'Ley de Páramos', se destinan al Fondo Colombia en Paz. El encargado de presupuestarlos es el Ministerio de Hacienda y Crédito Público y únicamente 30% del recaudo se destina a temas medioambientales.
El principal uso de estos recursos (70% del total) se destina a la implementación del Acuerdo Final suscrito entre el Gobierno Nacional y las extintas Farc-EP.
Según la Contraloría, si bien hasta el momento se ha hecho uso de estos dineros para una labor fundamental, también "se hace necesario contar con recursos que permitan al sector ambiental realizar inversiones que lleven a resultados significativos en materia de corregir las externalidades negativas ocasionadas por las emisiones de gases de efecto invernadero producto del consumo de combustibles fósiles".
Por otro lado, aunque los rubros que se obtienen del gravamen a las bolsas plásticas no tienen una finalidad específica, sino que ingresan a la bolsa común del Tesoro Nacional, la Contraloría considera que "una parte puede orientarse a temas de protección del ambiente".
En este sentido, la entidad hizo un llamado al Gobierno para que revise la finalidad y la gestión que se ha venido haciendo con estos recursos de modo que su ejecución se pueda hacer más eficiente y provechosa en materia ambiental.
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