“Aumentar la licencia de maternidad afecta el desempeño laboral femenino”

El investigador vinculado al Banco de la República y coeditor del libro “Desempleo femenino en Colombia”, Luis Eduardo Arango habló con LR sobre la realidad de las mujeres en el campo laboral y postuló lo que para él serían unos buenos cambios al sistema. 

¿Qué evolución ha tenido en la última década la desigualdad laboral de género?
Si bien se han tenido avances en cuanto a participación laboral, ocupación y desempleo estos han sido relativamente pequeños. Hoy en día, las diferencias tanto en la tasa de participación laboral como en la de ocupación entre hombres y mujeres superan los 15 puntos porcentuales. El desempleo femenino que es superior al de los hombres en, al menos, dos puntos porcentuales. 

¿Cuáles son las causas actuales para que el desempleo femenino siga siendo tan alto?
Las razones son numerosas y pese al importante aporte que hace el libro “Desempleo femenino en Colombia” aun no contamos con una lista exhaustiva. El libro plantea razones por el lado de la oferta y la demanda de trabajo. Entre las primeras, están las restricciones que imponen la presencia de niños en el hogar, las dificultades de movilidad en las ciudades y el menor esfuerzo de búsqueda de trabajo que hacen hombres y mujeres cuando la pareja tiene ingresos altos. Por el lado de demanda están la falta de centros productivos cerca de los vecindarios y de mejores sistemas de información sobre vacantes en todo el país. 

¿En qué puestos las mujeres son las más contratadas?
Las mujeres tienen 22% de los trabajos formales, mientras que los hombres tienen 29%. En los centros urbanos, las mujeres representan cerca de la mitad del empleo informal. Por ramas de actividad, en el sector servicios las mujeres tienen cerca del doble de empleos (15%) que los hombres, en los sectores comercio y financiero la participación en los empleos es igual, pero en manufactura y construcción su participación es inferior.

¿Cuáles datos son curiosos encontraron en la investigación?
Al observar los datos por ciudades o regiones surgen muchas preguntas de investigación. Por ejemplo, por qué la probabilidad de seguir desempleada después de cinco años, con respecto a los hombres, es tan alta en Cartagena o por qué la participación laboral de hombres y mujeres es tan baja en la costa Caribe. 

¿Cómo ve la política relacionadas con mayores días de licencia materna?
Mis colegas Carmiña Vargas, Natalia Ramírez y Ana Tribín encuentran que las licencias de maternidad provocan una menor participación laboral de las mujeres en edad fértil. Al percibir que con mayor número de días de licencia la probabilidad de que las contraten va a ser menor, ellas terminan retirándose del mercado laboral y pasando a la inactividad.

Recientemente se aumentó la licencia de maternidad en el país. Personalmente considero, que fue una decisión inadecuada aunque esté respondiendo a un objetivo loable. Mi pronóstico, es que esto va a afectar el desempeño laboral de las mujeres en edad fértil. Como hemos dicho antes, este mismo propósito se hubiera logrado sin afectar el costo de la mano de obra, simplemente siendo flexibles con las vacaciones de mamá y papá. 

Desde su experiencia como investigador, ¿cuáles son los modelos de políticas que se deben aplicar en las condiciones colombianas?
En relación con el desempleo femenino el mayor énfasis lo haría en la educación para reducir el embarazo adolescente. Ahí está la raíz de muchas de las dificultades de las mujeres en el mercado laboral. En segundo lugar, debe darse mayor educación a niños, adolescentes y jóvenes sobre el balance de las obligaciones en el hogar. Cuanto más asuman los hombres sus obligaciones de “puertas para adentro” más posibilidades van a tener sus parejas, las mujeres, en el mercado laboral. En materia de flexibilización se puede introducir el salario por hora en lugar del salario mensual, flexibilizar el uso de los períodos de vacaciones para el mayor bienestar de los recién nacidos. La lista de reformas es larguísima.